AYER PENSABA DISTINTO

El discurso populista

“Hay palabras que todos creemos saber qué significan. Una de ellas es `demagogia´. Seguramente usted al escucharla piensa de inmediato en un político, pero no en cualquier clase de político, sino en el que a usted más le desagrada.”

OPINIÓN

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Fernanda Caso / Ayer pensaba distinto / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Cuando leí esta frase recientemente, de inmediato me atrapó y estuve dándole vueltas en la cabeza por días. Es cierto, la polarización que vive el país no es solo un asunto de opiniones y posturas. La división en realidad viene desde un momento previo: aquél en el que definimos nuestros marcos de referencia, no en función de conceptos y realidades compartidas, sino en función de nuestras afinidades y fobias. Esto provoca que incluso cuando hablamos, nuestro interlocutor en ocasiones entienda completamente lo contrario a lo que nosotros queremos decir. Las palabras ya no significan lo mismo para todos. Escuchamos “demagogia” y cada quien lo relaciona con una realidad, un personaje o un político distinto. El imaginario desde el cual nos comunicamos es cada vez más distante.

La frase es de Luis Antonio Espino y es una de las reflexiones con las que arranca su nuevo libro “López Obrador: el poder del discurso populista.” Lo comento en este espacio porque creo que se trata de un trabajo fundamental para nuestra época y detona dudas que debiéramos plantearnos antes de tomar decisiones electorales: ¿qué peso tienen las palabras frente a los hechos en un gobierno?, ¿qué significan los adjetivos como “demagogo” o “populista” con los que se ha catalogado durante años al presidente?, ¿a qué responde la opinión pública que se refleja en las encuestas? ¿por qué la gente califica mal al gobierno pero bien al presidente?

El libro parte de una base muy tangible: el lenguaje del López Obrador. A partir de ahí analiza la forma en la que el presidente ha usado sus discursos para moldear la realidad y conectarse con su electorado. Una de los aspectos más interesantes del libro es que no se limita, como muchos textos de opinión, a la descalificación a priori del personaje ni se enfoca únicamente en los años recientes. El análisis de Espino busca entender a López Obrador desde sus inicios en la arena pública nacional, retomando sus mensajes en mítines, entrevistas y eventos desde mucho antes de convertirse en titular del Ejecutivo  

Pero incluso decir que el tema central de Espino es López Obrador sería falso. El autor usa al presidente como pretexto para profundizar en los alcances de las palabras en el discurso político. No se trata solo del presidente en turno, sino del riesgo permanente que existe de elegir gobernantes que utilicen la propaganda, las mentiras y la manipulación de la narrativa como mecanismo para evitar hacerse responsables de sus resultados frente a los gobernados.  En un ambiente de polarización como el que vivimos y, más allá de si usted llega a las mismas conclusiones que el autor o no, vale la pena hacer un alto y darnos un respiro para pensar en las ideas que plantea.

POR FERNANDA CASO 
FERNANDACASO@HOTMAIL.COM
@FER_CASO

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