La sobrecarga de las labores de cuidados es una actividad que consume el tiempo de las mujeres y evita que se desarrollen económica, laboral y personalmente. La redistribución y dignificación de las labores de cuidados es una tarea urgente, en la que todas y todos debemos tomar cartas en el asunto, para romper con el estereotipo de que los cuidados, son solo responsabilidad de ellas.
De acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en México el 57% de las mujeres señalan, que de entre todos los obstáculos que enfrentan para acceder al mercado formal laboral, es que no buscan un empleo debido a la necesidad de hacerse cargo de tareas de cuidado no remuneradas.
En el Foro Generación Igualdad, realizado en marzo de este año en México, el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) puso en el centro del debate la urgencia de crear una “Alianza por un Sistema de Cuidados” en el cual participemos todas y todos, para erradicar las brechas de desigualdad laborales y económicas.
De acuerdo a las cifras reveladas por el Instituto, las mujeres pasan tres veces más tiempo que los hombres realizando labores de cuidado, esto antes de la pandemia por COVID-19, situación que vino a incrementar la carga al interior del hogar.
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Por ello, una de las principales metas que se establecieron en el Foro Igualdad, es que para el año 2026 se establezca una economía del cuidado mediante inversiones públicas y privadas, así como reformas legislativas y de política pública que distribuya de manera equitativa y valorice las labores de cuidado.
La tarea no es menor ya que implica un cambio estructural que debe ser atendido por los tres niveles de gobierno, por la iniciativa privada, por la familia, para aligerar la carga que recae desproporcionadamente en las mujeres; además de trabajar desde la inclusión para que ninguna mujer quede fuera de esta Alianza por un Sistema de Cuidados sin importar clase social, estado civil, origen étnico, edad o lugar de residencia.
Los cuidados universales y progresivos a niñas y niños, así como a enfermos y personas con discapacidad deben ser posicionados como una inversión, ya que al lograr que más mujeres ingresen al mercado de trabajo formal, el crecimiento económico familiar impactaría de forma positiva en las finanzas públicas.
Que este 10 de mayo fecha en que celebramos en México el Día de las Madres, sirva para abonar a esta causa y visibilizar la urgencia de romper con los estereotipos de las labores de cuidado y avancemos en la erradicación de las brechas de desigualdad históricas.
La cuarta Transformación tiene como objetivos romper estereotipos y producir un cambio cultural, que nos permita avanzar en el reconocimiento progresivo de los derechos de las mujeres.
JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ DÍAZ DE LEÓN
VICECOORDINADOR DE MORENA EN EL CONGRESO DE LA CIUDAD DE MÉXICO
dza