Contrario a lo que ha dicho muchas veces en Palacio Nacional, si alguien se ha beneficiado de la incipiente democracia mexicana es el propio Andrés Manuel López Obrador.
De él han salido algunas de las más famosas vueltas a la ley electoral: Los Juanitos (luego surgieron las“Juanitas”) los Promotores de la Soberanía Nacional y los Superdelegados. Todo esto se empezó a maquinar luego de su primera derrota presidencial. Corría 2009.
El entonces Distrito era gobernado por el ahora imprescindible Marcelo Ebrard. Se acercaba la elección intermedia y la renovación de delegaciones en la capital. Sin embargo, la candidata para Iztapalapa, Clara Brugada, fue bajada por el Tribunal Electoral.
Cuando faltaban 23 días para la elección y las boletas no podían ser reimpresas, López Obrador pactó con Rafael Acosta Ángeles Juanito, del Partido del Trabajo; se pediría el voto por él y una vez que ganara, renunciaría para que Brugada asumiera el cargo.
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Se salió con la suya y Brugada fue nombrada Jefa Delegacional después del berrinche de Juanito. El proceso se repitió a tal grado que también en 2009, 12 diputadas electas cedieron su cargo para ser asumidos por hombres, los cuales originalmente habían sido designados, pero por cuestiones de equidad de género, no podían ser votados.
De ahí salieron las Juanitas. Ahora que el TEPJF dio marcha atrás a las candidaturas de Félix Salgado y Raúl Morón, se sabe que las maniobras comenzaron para que Salgado coloque a su hija Evelyn como la candidata de Morena a la gubernatura.
Es muy seguro que hoy mismo se anuncie. Después vinieron los Promotores de la Soberanía Nacional, un eufemismo que se utilizó para designar a los primeros candidatos a gobernador, después de que Morena obtuviera su registro.
De esta forma se burló a la ley electoral, ya que esa designación les permitía a los candidatos hacer actos de campaña fuera de los tiempos establecidos por la ley. Ya en el gobierno federal, se inventaron los “superdelegados”, personajes que tienen acceso al presupuesto.
Al día de hoy, cuatro personas que ejercieron este puesto son candidatos a gobernador. Estas son maneras en las que AMLO hace llegar a cargos, sin mucho contratiempo, a personas que le son leales o con quien tiene compromisos políticos. Por eso es entendible su enojo en el caso de Félix. Por eso, se busca la forma que quede de gobernador. Y si no cambia la ley, algo nuevo se inventará para darle la vuelta.
CONTRASEÑA: Las cuentas con la justicia están lejos de ser saldadas por Félix Salgado. Además de los recientes señalamientos sobre la familia política de su hija Evelyn, que los liga al Cártel de los Beltrán Leyva, está la investigación para determinar por qué durante y después de su gestión como alcalde, tuvo un repunte el Cártel Independiente de Acapulco.
POR CARLOS ZUÑIGA PÉREZ
@CARLOSZUP
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