El gobierno del presidente López Obrador mantiene una estrategia de gasto enfocada en el gasto corriente y en la inyección de recursos a Pemex a costa del gasto de inversión e incluso del gasto en salud. Esta estrategia limitará la recuperación económica del país.
En los primeros dos meses del 2021 el gobierno incrementó 11 por ciento el gasto corriente y redujo el gasto en inversión física en 14 por ciento, respecto a lo erogado en el mismo periodo de 2020.
El gasto programable al mes de febrero fue de 772 mil millones de pesos, de los cuales el 76 por ciento se destinaron al gasto corriente y 24 por ciento a gasto de capital. Dentro del gasto de capital se encuentra el gasto en inversión física que representó solo el 10 por ciento del gasto programable.
La prioridad del gasto ha estado enfocada en los deseos de un solo hombre, el presidente, y no en los mexicanos.
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Mientras Pemex aumentó su gasto en 21 mil millones de pesos y se le hicieron aportaciones de capital por 32 mil millones más, el gobierno morenista recortó 3 mil millones de pesos al sector salud para ubicarse en solo 10 mil millones, el menor gasto en ocho años para un periodo similar, a pesar de estar viviendo la peor pandemia en un siglo.
Por otro lado, en lo que va del gobierno del presidente López Obrador se han cometido 65 mil homicidios, sin embargo el gobierno recortó el gasto en seguridad pública en 1.6 mil millones para ubicarse en 3.8 mil millones en los primeros dos meses del año.
Estas decisiones de gasto limitarán la recuperación económica de México por las razones siguientes:
Primera, al cortar la inversión no se genera empleo, se limitan las condiciones de crecimiento futuro y se deteriora la infraestructura del país.
Segunda, al recortar el gasto en salud, se deja de construir y equipar hospitales que son necesarios para atender la pandemia y la probable tercera ola de contagios, con lo que no solo aumentarán los muertos, sino la debilidad económica del país.
Tercera, al recortar el gasto de inversión en seguridad pública, continuará la ola de homicidios y la vulneración del estado de derecho por los grupos delictivos, con lo que se dificulta más el desarrollo de los negocios, que cada día tienen que asumir más costos de la inseguridad como el pago de derecho de piso.
Cuarta, seguir endeudando al país para enviar carretadas de dinero a Pemex no lo hará más eficiente y sí vulnerará las finanzas públicas de México. El gobierno actual ha incrementado la deuda en 1.7 billones de pesos, al pasar de 11.2 billones en noviembre de 2018 a 12.9 billones en febrero de 2021; esto significa que en promedio, la deuda ha aumentado 61 mil millones de pesos cada mes en los primeros 27 meses de gobierno de López Obrador.
POR FAUSTO BARAJAS
ESPECIALISTA EN INFRAESTRUCTURA
@FAUSTOBARAJAS
avh