COLUMNA ROMPEOLAS

Trato humano los atrajo

Los migrantes huyen de la violencia de las pandillas, la pobreza agudizada por la pandemia y el reciente paso de huracanes; los coyotes se aprovechan

OPINIÓN

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Alejandra Martínez / Rompeolas / Opinión El Heraldo de México

La crisis en la frontera sur de Estados Unidos es mucho más que números. Son personas, historias, tragedias y familias rotas.

Esta semana, dos casos que involucran a menores de edad dieron cuenta de la difícil situación que enfrenta la administración del presidente Joe Biden, que necesita más espacios para albergar a los indocumentados, principalmente niños que viajan solos.

El pasado martes, un hondureño de 3 años de edad fue hallado deambulando cerca del Río Bravo, del lado mexicano. Un día después su padre lo reclamó, confesó que al ver a los agentes migratorios cayó en pánico, corrió para esconderse y dejó a su hijo.

El miércoles circuló un video que mostraba cómo dos niñas ecuatorianas —de 3 y 6 años de edad— eran lanzadas por dos traficantes de personas desde lo alto del muro fronterizo (de 4.2 metros de altura) cerca de Santa Teresa, Nuevo México. De acuerdo con la Cancillería de Ecuador, las menores están fuera de peligro y recibiendo la atención necesaria.

"Cualquiera de nosotros que ha visto el video está increíblemente alarmado por estas cosas que hacen los traficantes de personas", lamentó la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, que aprovechó para lanzar el mensaje que la administración de Biden está repitiendo una y otra vez: “No es el momento de venir”.

Pero los migrantes hacen oídos sordos, tienen la esperanza de entrar al país, ante el relajamiento de algunas medidas y la promesa del gobierno de Biden de darles un trato más humano.

Ellos huyen de la violencia de las pandillas, la pobreza agudizada por la pandemia y el reciente paso de huracanes en sus territorios; los coyotes se aprovechan, se comprometen a dejar a sus clientes “del otro lado”, sin importar el cómo.

Como las niñas ecuatorianas arrojadas desde la valla fronteriza, hay muchos más casos, por ejemplo, el de Johana Alvarado, también ecuatoriana, que el 16 de octubre fue obligada, a base de amenazas, a subir al muro de más de cuatro metros.

“Una persona me lanzó al vacío, me lastimé el pie, la columna, tengo dos clavos, todavía no he podido moverme. Mi pie derecho lo amputaron”, relató la migrante a CNN; denunció además que los traficantes convencen a los migrantes ofreciéndoles ayudas, pero en el camino hay maltrato físico y abuso sexual.

Las cifras oficiales de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (CBP) sobre la llegada de indocumentados al país serán publicadas la próxima semana, pero datos preliminares hablan de números no vistos en dos décadas.

No obstante, Biden tiene buena imagen y aceptación gracias al rápido avance de vacunación, el aumento del empleo (un millón de plazas creadas en marzo) y la aprobación de un paquete de ayudas por COVID-19.

Pero los republicanos hacen ruido, acusan a Biden de “invitar a cruzar la frontera”, y se espera que este tema los una con miras a las elecciones intermedias.

POR ALEJANDRA MARTÍNEZ
ALEJANDRA.MARTINEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM
@ALEJANDRAMTZ_87

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