ASÍ LO VEO YO

Israel vuelve (casi) a la normalidad

Lo visible en la "nueva normalidad" es la cancelación de la obligatoriedad de uso de mascarilla en la vía pública, aunque continúa siendo obligatorio en lugares cerrados

OPINIÓN

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Jana Beris / Así lo veo yo / Opinión El Heraldo de México

JERUSALÉN. A un año y un mes del comienzo del primer cierre nacional, en aquellos tiempos del inicio de la pandemia, Israel es el primer país de Occidente en volver a la normalidad. Que es casi absoluta. 

Si bien se mantienen algunas restricciones, es notorio el impresionante progreso que ha hecho el país en la lucha contra el coronavirus, por lo cual la mayoría de las limitaciones ya se han levantado.

La explicación central pasa por la exitosa campaña nacional de vacunación. Casi 5 millones tienen ya las dos dosis de la vacuna. Además, son más de 850 mil los israelíes recuperados de COVID-19. En una población de nueve millones 300 mil habitantes, estos números tienen gran significado.

Lo más visible en la “nueva normalidad” es la cancelación de la obligatoriedad de uso de mascarilla en la vía pública, aunque continúa siendo obligatorio en lugares cerrados. A decir verdad, en las calles del país se ve mucha gente sin el cubrebocas, pero también bastante con la cara cubierta. Ello puede ser fruto de la costumbre o del hecho que como hay que usarlo al entrar a cualquier sitio que no esté a la intemperie, es más cómodo subirlo y bajarlo del mentón, que sacarlo y ponerlo en la cartera  o el bolsillo.

El Ministerio de Salud Pública recomienda a la población que si uno se halla en la vía pública, pero en un sitio en el que hay una aglomeración, procure utilizar la mascarilla, aunque eso no sea obligatorio ni uno pueda ser multado por no hacerlo.

Otro gran símbolo de estos días es el retorno a clases de todos los alumnos del país, primaria y secundaria, en forma presencial y sin cápsulas que separen las clases en pequeños grupos. Para algunos grados, esto significó prácticamente comenzar el año de estudios, ya que a lo largo de todo el último año han estado estudiando sólo por zoom. 

Ahora, el desafío es no sólo completar el programa curricular sino –y quizás más que nada–prestar atención a los alumnos y ver si hay quienes necesitan atención especial tras el complejo año vivido, con derivaciones ineludibles en el desempeño social de cada uno.

Pero más allá de los problemas puntuales que hay que atender, el comentario bastante generalizado en las escuelas parece ser, desde el domingo, la alegría del reencuentro con los compañeros y de ver a las maestras personalmente. 

El alivio de las restricciones se siente ampliamente en todos lados, aunque aún con cuidado. Han vuelto ya los espectáculos, pero ninguna sala puede llenarse completamente. En un concierto en el centro cultural de Modiin en el que se presentaron el pianista Guil Shohat y el cantautor Hanan Yovel, 50% de las butacas estaban vacías, porque así lo determina el protocolo sanitario.

La gran mejora de la situación no es meramente cuestión de percepción general, sino de números oficiales. Tres meses después del peor día de la pandemia en Israel, el 18 de enero, en el que en 24 horas se confirmaron más de 10 mil 100 casos nuevos, ahora los nuevos contagios en un día no pasan de 120.

El gran desafío ahora es controlar los ingresos al país, para evitar la entrada de mutaciones que puedan ser resistentes a la vacuna.

POR JANA BERIS
PERIODISTA

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