En el primer trimestre de 2020 recibimos una instrucción del presidente Andrés Manuel López Obrador: limpiar de corrupción a las aduanas del país. Desde que nos incorporamos, el 1 de mayo de 2020, es justo lo que hemos hecho.
Al llegar a la Administración General de Aduanas nos topamos con que varias aduanas estaban completamente tomadas por la delincuencia organizada, especialmente dos grupos: uno en Baja California y otro en Tamaulipas, además de los puertos más importantes, como es el caso de Manzanillo.
Mientras que en las aduanas de Baja California imperaba el tráfico ilegal de divisas y vehículos, en las de Tamaulipas el negocio eran las armas y los hidrocarburos. En el caso de las aduanas marítimas, principalmente la de Manzanillo, había una vía abierta para la entrada de drogas, en especial el fentanilo, un opiáceo más barato y 50 veces más potente que la heroína.
A mediados de mayo de 2020, en colaboración con la UIF logramos identificar irregularidades en las cuentas de seis administradores. Luego descubrimos redes de funcionarios con múltiples acusaciones de corrupción que seguían operando en los distintos recintos fiscales. En los medios llegaron a describirlos como “el cartel aduanero”.
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De los 49 administradores que teníamos al momento que llegamos, ya fueron retirados 32, y otros 12 más fueron cesados por vinculación al crimen organizado. Sus cuentas están congeladas por la UIF y las denuncias ya fueron presentadas ante la FGR.
Desde entonces, ya incorporamos a elementos de las Fuerzas Armadas a 21 aduanas: las 17 marítimas están administradas por personal de Semar, mientras que tres de Tamaulipas y una de Nuevo León ya tienen administradores de Sedena. Los resultados están a la vista.
En el 1er trimestre de este año aumentamos la recaudación en Tijuana 16%, mientras que, en Mexicali, 36% y en Matamoros, 32%. En Manzanillo el aumento es de 22%. En ese periodo de 2020 no hay registro de decomisos de fentanilo, mientras que de enero a marzo ya se ha decomisado poco más de una tonelada.
A pesar de amenazas e intentos de amedrentar a las instituciones por parte de delincuentes y grupos de intereses creados, seguiremos limpiando las aduanas.
Sigue pendiente la lucha contra el contrabando de hidrocarburos, un asunto de seguridad energética y nacional.
Por ello, viene una segunda etapa en la incorporación de Sedena para recuperar la soberanía del Estado en las aduanas, principalmente aquellas que consideramos como las más estratégicas. Traerán al SAT su disciplina, su lealtad y su compromiso con México.
Juntos y en plena coordinación con otras instituciones lograremos construir un auténtico muro anticorrupción en las puertas de México.
POR HORACIO DUARTE
ADMINISTRADOR GENERAL DE ADUANAS DEL SISTEMA DE ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA DEL GOBIERNO DE MEXICO
@HORACIODUARTEO
dza