COLABORADOR

Catarsis

Desde hace años México no es necesariamente un escenario donde dominen las buenas noticias

OPINIÓN

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Alejandro Poiré / Colaborador/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: FOTO: Especial

La pandemia nos ha robado momentos de catarsis. Al menos los ha hecho mucho más esporádicos y tentativos. Se extrañan esos espacios en los que podemos, como dice la definición del término, expulsar las impurezas, o mejor aún lograr una “liberación o transformación interior suscitada por una experiencia vital profunda”. Y es que así se siente la tarde en la que escribo estas líneas. Como un momento en el que lo que urge es un espacio físico, donde se comparta la confianza y algo de beber, para purificarnos, en la reflexión compartida, de las inmundicias de un tiempo que insiste en destruir nuestro optimismo. 

Desde hace años México no es necesariamente un escenario donde dominen las buenas noticias. Pero en semanas recientes, además de las brechas que se ensanchan y las vidas que se siguen perdiendo –las de hoy y las del futuro– las baterías iliberales y del desprecio por las personas están más activas y enfocadas que nunca. Las soluciones se ven más lejanas y los problemas cada vez más graves. 

Se nos dice sin pudor, desde la coordinación parlamentaria del partido en el gobierno, que las soluciones no pasan por el Derecho, sino por la justicia –definida en abstracto por la lealtad a un proyecto político autoritario, y en concreto por la voz del nuevo jefe máximo. Se violenta una y otra vez el proceso legislativo para ofrecer una extensión de mandato literalmente inconstitucional al presidente de la Corte mientras que éste calla en abyección. Cuando abre la boca, es para pretender mostrarse imparcial, sereno y respetuoso, y de pasadita restar su voto –al señalar que se excusará de la discusión de ese transitorio– a la declaratoria de inconstitucionalidad que debiera ser unánime por parte del pleno de la misma Corte, si es que algún día llega a pronunciarse. 

Se ignoran desde Palacio Nacional los mandatos de la autoridad electoral para no violentar la equidad en la contienda. Se amaga desde la presidencia del partido mayoritario con “descabezar”al órgano constitucional autónomo que garantizó el cumplimiento de las leyes gracias a las cuales hoy Morena es gobierno, y se promueve juicio político contra integrantes de su Consejo General. Y ante las amenazas personales del aspirante a gobernador de Guerrero a los Consejeros Electorales del INE, desde Bucareli se conmina a “las partes” a conducirse dentro de los cauces legales y cívicos, como lo hizo en su momento Trump ante la violencia de los supremacistas blancos, a quienes llamaba “very good people”, y que a la postre acabaron con una intentona golpista el día de la certificación del triunfo electoral. 

Conste que no abundo en la activa destrucción del medio ambiente gracias a la política energética y los subsidios a los talamontes, a la trayectoria de insolvencia en que nos pone el clientelismo pensionario, a las ignoradas alertas por falta de mantenimiento de Laguna Verde, a los riesgos de choques entre aviones en el espacio de la CDMX, y a tantas otras áreas donde lo que se observa es a su vez doloroso, increíble y predecible. El solo recuento parcial agota.

Tengo para mí, y quizá para usted también, este espacio para un poco de catarsis. Pero creo que se requiere de algo más. Encontremos, con las precauciones que exige vivir en medio de una pandemia pésimamente gestionada, nuestro ritual de desahogo compartido. Y viéndonos a la cara, y sobre una convicción profunda en nuestra capacidad de construir confiando en las personas y su fuerza, volvamos a la tarea, optando por hacer las cosas bien y con optimismo a pesar de todo. Nadie más lo hará por nosotros. 

POR ALEJANDRO POIRÉ
DECANO CIENCIAS SOCIALES Y GOBIERNO TECNOLÓGICO DE MONTERREY
@ALEJANDROPOIRE

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