MALOS MODOS

Reivindicación de los diputados

Leo críticas devastadoras, sarcasmos de los muy crueles y denuestos de toda índole contra los diputados oficialistas

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Leo críticas devastadoras, sarcasmos de los muy crueles y denuestos de toda índole contra los diputados oficialistas. Es injusto.

El clima de polarización en que vivimos nos ciega a la exigencia extrema, la presión desmesurada, la carga insostenible que enfrentan hoy los legisladores. Permítanme empezar con un ejemplo: Llegas a casa luego de una semana agotadora con dos sesiones de trabajo, te quitas el chaleco morado con el logo de Morena y te sientas a disfrutar de Netflix.

Cuando piensas en lo bien que se le dan a Kate del Castillo las escenas de acción y lo mucho que le debe la cultura nacional a Epigmenio Ibarra, relampaguea tu teléfono. Es un guats que dice: –¡Van a rifar el avión, hermano! Lánzate a San Lázaro. A YSQ le urge que adaptemos el marco jurídico de la Lotería.

A medios chiles, lamentando haberte comido tan rápido esas gorditas de chicharrón prensado, sintiendo que la angustia te vuelve a activar la gastritis –no llegaste a la cámara por tu savoir faire, sino por tu amor hacia el pueblo bueno: cómo te exigen tanto–, sorprendido de que la Lotería tenga un marco jurídico, te empujas la mitad restante de cuba, porque es pecado dejar que a la coca se la vaya el gas, y te lanzas, electrizado de nervios, al congreso.

¿Captan la idea? No es vida, la de un diputado de la 4T. Porque este ejemplo es producto, sí, de la imaginación, pero es un ejemplo nada improbable. Y hay muchos más. Adáptenlo. A lo mejor no estabas viendo a Kate, sino alguno de los momentos sublimes que ofrece John Ackerman en el Once (a propósito: ¿para cuándo una sit com con ese genio del humor, mi Epi?), y lo que dice tu guats es: –Vente en chinga, compadre.

El Senado acaba de turnar lo de Zaldívar. Pero igual te puede tocar, no sé, legislar sobre consultas para cancelar aeropuertos, o sobre la expropiación de hidrocarburos (lo que implica buscar en Wikipedia qué significa exactamente “hidrocarburos”) o, en una de esas, elevar al rango constitucional el derecho al beis.

O sea, te puede tocar echarte una legislada sobre básicamente lo que sea, cualquier día, rapidito, que es lo que pasa cuando estás sometido por completo, sin fisuras, a un presidente que gobierna con improvisaciones disparadas desde digamos conferencias de prensa, de lunes a viernes.

Y eso estresa, y el estrés baja la calidad del trabajo. ¿Cómo entones exigir a personas sometidas a esa presión que redacten leyes entendibles, leyes que no se atasquen en los tribunales y que tengan algún vínculo con el mundo real? ¿Nadie entiende, por Dios, lo que implica trabajar en un ambiente marcado por los discursos de Fernández Noroña, los problemas digestivos del otro compañero del PT, los rezos aterrados del colega del PES cada que alguien habla del aborto? De verdad, un poco de sensibilidad. #AbrazaAUnDiputado

POR JULIO PATÁN
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@JULIOPATAN09

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