COLUMNA INVITADA

La faena que ganó INE

Sumario: “El INE no se mete con ningún actor político, sólo cuida que todos los actores políticos cumplan con lo que dice la ley

OPINIÓN

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Adriana Moreno Cordero / Columnista Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El toro se quedó sin cerca y tuvo que regresar a su tierra en una faena que ganó el Instituto Nacional Electoral, llevándose “orejas y rabo”, especialmente su consejero-presidente, Lorenzo Córdova y  el consejero Ciro Murayama, que acabaron dándole al presidente Andrés Manuel López Obrador, sendas lecciones de cuál debe ser el papel que debe ocupar cada cual la víspera de las trascendentales elecciones del ya próximo 6 de junio y con ello, frenar los afanes del inquilino de Palacio Nacional de insistir en autoerigirse como árbitro absoluto de la contienda.

Ligeros y sin sustento alguno, han sido los señalamientos que ha venido haciendo el presidente en sus constantes ataques al Instituto del que dice, “atenta contra la democracia”. El doctor Córdova le explicó al tabasqueño que: “El INE no se mete con ningún actor político, sólo cuida que todos los actores políticos cumplan con lo que dice la ley, pero sí es pertinente hacer una reflexión: la democracia la tenemos que cuidar todos, sino se nos puede ir entre las manos. La democracia es una construcción colectiva”.

Con el caso de la cancelación de la candidatura de Félix Salgado Macedonio, el presidente nos regaló una muestra de lo que ha sido su estrategia a lo largo de 18 años de campaña, aparte de la vehemencia. Esta surgió desde los tiempos en que el ahora Ejecutivo llegó a militar en el PRD, en una frase que se hizo muy famosa en el ámbito político: “si no gano yo, entonces no hay democracia” y ahora, desde Palacio Nacional, dicha estrategia se ha convertido en una imposición de un régimen que va que vuela hacia el autoritarismo.

El presidente, sabedor de que “la venganza es un plato que se come frío”, ha adelantado que una vez que éstos transcurran, propondrá una profunda reforma al INE, lo que no debe leerse más que como que conformará un Instituto que actúe leal y ciego a sus designios sin cuestionar nada.

Bien puede suponerse que serán militantes de Morena, de los más radicales, los que ocuparán los asientos en el Consejo Electoral y que cumplirán las órdenes de su jefe sin atreverse quitarles ni una coma.

Si lo anterior se concretara, definitivamente la democracia estaría en grave peligro en nuestro país. Retornaríamos a la época en que el entonces poderoso PRI tenía el control total del órgano electoral y en aquella época, los que ahora demandan desaparecer el INE, desde el PRD pugnaron por tener un Instituto ciudadano.

No cabe duda, los tiempos cambian y ahora con el poder en las manos, los seguidores de López Obrador demuestran su incoherencia.

Lo cierto es que el INE se hizo respetar y no se dejó amedrentar. Ganó la faena y se ratificó como el árbitro “que no le pega al balón” y que sabe cumplir cabalmente con su encomienda.

POR ADRIANA MORENO CORDERO

morcora@gmail.com

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