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Elecciones 2021, la prueba de fuego

El panorama no se ve claro y, mucho menos alentador, tenemos un partido en el poder con candidatos que dejan mucho que desear en algunos casos y, en otros, totalmente impresentables

OPINIÓN

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Eduardo Macías Garrido / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Nos toparemos dentro de muy poco con las elecciones intermedias más importantes en nuestro México moderno, que sin duda marcarán el destino de nuestro país en los próximos años.

El panorama no se ve claro y, mucho menos alentador, tenemos un partido en el poder con candidatos que dejan mucho que desear en algunos casos y, en otros, totalmente impresentables.

Por otra parte, tenemos una oposición desarticulada, moralmente derrotada, con el reciclaje de siempre, el chapulineo acostumbrado y con la lucha entre los grupos de poder al interior de cada partido.

Los nuevos partidos ofreciendo su plataforma para candidaturas a artistas, cantantes y hasta luchadores, con el único objeto de obtener como sea votos que les permita que no les cancelen el registro. Al final del día tener un partido político no resulta un mal negocio.

Y no nos hagamos bolas, como diría el clásico, veremos seguramente más de lo de siempre: acarreos, compra de votos, despensas, discursos, mítines.

En los tiempos que vivimos, será imprescindible que los candidatos recurran a las herramientas tecnológicas de punta en materia electoral. Es decir, se da un replanteamiento de las técnicas de proselitismo.

Este 6 de junio estará en juego mucho en la mesa, no solamente si la oposición sigue perdiento gubernaturas y MORENA avanzando, sino si mantiene este último la mayoría en la Cámara de Diputados.

En otras palabras,  estas elecciones intermedias permitirán o no, refrendar las políticas de gobierno del presidente de México, Andres Manuel Lopez Obrador, a pesar de que él no forme parte de este proceso.

Este es un proceso refrendatorio, donde se juega el destino del país para los próximos años. Los ciudadanos decidirán en las urnas el rumbo a seguir, donde tendrán que dar su voto para un total de 21 mil 833 cargos en juego entre puestos federales y locales.

Uno de los puntos clave lo constituye la renovación de la Cámara de Diputados, la cual incluye 300 diputaciones por mayoría relativa y 200 más por representación proporcional. A la fecha no hay un contrapeso en ambas cámaras, así que el presidente se puede dar el lujo de enviar leyes y decir en público que no permitirá que se le cambie ni una sola coma a sus proyectos enviados.

De las 15 gubernaturas en juego, ocho de ellas gobernadas todavía por el Partido Revolucionario Institucional, no sería difícil ver que esa organización política quedara todavía más diezmada de lo que ya está.

En fin, que es un momento clave para la historia de nuestro país, donde se enfrentarán en las urnas dos visiones y la que prevalezca definirá el rumbo a seguir para los próximos años.

Por si esto no fuera poco, estas elecciones determinarán un reacomodo político de cara al 2024.

Si MORENA mantiene la mayoría en la Cámara de Diputados y gana más de la mitad de las gubernaturas en juego, es muy probable que se enfile para un  2024 muy cantado, máxime con los aspirantes que se manejan que, por cierto, son de primera línea.

En el caso opuesto, podremos estar viendo ya la desaparición definitiva del PRI, al cual llevan varios años velándolo pero no lo entierran. Y en el caso del PAN, si su mejor opción es Ricardo Anaya, de verdad que están en serios problemas.

POR EDUARDO MACÍAS GARRIDO
COLABORADOR
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