COLUMNA INVITADA

El desempleo tiene rostro de mujer

Se observa que la caída es más pronunciada para las mujeres de 44.9 por ciento a 40.5 por ciento

OPINIÓN

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Paloma Merodio / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de México. Foto: EspecialCréditos: Foto: Especial

Los sectores de actividad económica que se encuentran en mayor riesgo debido a las medidas implementadas para frenar los contagios por COVID-19 emplean a la mayoría de las mujeres ocupadas.  

La Cepal y la Organización Internacional del Trabajo han advertido del impacto negativo en el empleo en sectores altamente feminizados en América Latina, como el comercio, las industrias manufactureras, el turismo y el servicio doméstico.  

Comparando la tasa de participación en la fuerza laboral reportada en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo en enero de 2020 contra enero de 2021, se observa que la caída es más pronunciada para las mujeres de 44.9 por ciento a 40.5 por ciento, lo que implica una caída de 4.4 puntos porcentuales, mientras que la de los hombres pasó de 76.2 por ciento a 73.3 por ciento con una caída de 2.9 puntos porcentuales.  

Ante la pandemia de COVID-19, las mayores contracciones anuales de 2019 a 2020 en la actividad económica se dieron en los servicios de esparcimiento, de alojamiento y preparación de alimentos. 

Dicha caída del Producto Interno Bruto en el sector servicios se asoció con una disminución de la población ocupada en este sector que cuenta con una alta participación de mujeres.  

De enero de 2020 a enero de 2021, la población femenina ocupada en el sector terciario disminuyó de 17 millones 159 mil 82 a 15 millones 500 mil 518. Es decir, 1 millón 658 mil 564 trabajadoras perdieron su empleo en el sector  
servicios.  

El mayor número de despidos se dio en las actividades de Restaurantes y Servicios de Alojamiento con una disminución de 411 mil 582, y Servicios Diversos, con una baja de 568 mil 500 mujeres. 

Además, si contabilizamos el tiempo total de trabajo que incluye, doméstico no remunerado, cuidado de niños y producción de bienes para uso exclusivo del hogar a nivel nacional, las mujeres trabajan 6.2 horas semanales más que los hombres.  

En promedio, en 2019 una mujer labora 59.5 horas a la semana, mientras que un hombre 53.3.  

El costo de la pandemia para las mujeres ha sido doble, por un lado, la pérdida de empleos en el mercado y por el otro, el aumento del trabajo no remunerado ocasionado por el cierre de escuelas y el cuidado de ancianos y enfermos en casa.  

Tenemos un reto enorme para implementar, en el contexto actual, acciones como sistemas de cuidados universales, flexibilidad en horarios laborales y fomentar inversiones en proyectos que incluyan a más mexicanas en su fuerza laboral. 

POR PALOMA MERODIO GÓMEZ
VICEPRESIDENTA DEL INEGI
@PALOMAMERODIO

dza