CLARABOYA

La nueva propuesta regional

Estamos ante la coyuntura perfecta para poder desarrollar estrategias multilaterales compartidas que reactiven la economía regional, además de impulsar propuestas de valor como la atención primaria al cambio climático.

OPINIÓN

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Azul Etcheverry / Claraboya / Opinión El Heraldo de México. Foto: EspecialCréditos: Especial

Esta semana se llevó a cabo la primera reunión bilateral entre los presidentes Andrés Manuel López Obrador y su homólogo estadounidense Joe Biden, en donde se abordaron temas migratorios, COVID-19, cambio climático y el TMEC.

Independientemente de los temas planteados, en principio vale la pena reconocer la reapertura de una relación que en los últimos cuatro años fue unilateral, llena de abusos e insultos hacia el gobierno y pueblo mexicano. Con este encuentro digital se reabrió un nuevo capítulo en la diplomacia binacional que permitió tratar temas prioritarios actuales, así como atender viejas deudas pendientes como la tan añorada reforma migratoria.

Lo anterior, ha permitido reestablecer una agenda mutua con la nueva administración a pesar de las similitudes o puntos compartidos que el gobierno del presidente López Obrador pudiera haber tenido con el expresidente republicano. Sin duda las diferencias entre el gobierno pasado y el actual son abismales, resultará interesante revisar sus nuevas estrategias de política internacional desde parámetros más mesurados y menos informales como se acostumbraba recientemente.

De hecho, durante el encuentro se mantuvo una comunicación casual en donde incluso los presidentes actuales se permitieron reformular citas de Porfirio Díaz y expresar devoción por la Virgen de Guadalupe. Se pudo entrever también que existe la intención de entablar una relación más proclive a la integración regional, con lo que se propiciaría la creación de acuerdos de larga duración que permitirían desfogar asuntos complejos de forma anticipada sin que esto llegue a discutirse en encuentros personales, por ejemplo la nueva reforma eléctrica y los posibles conflictos que con el TMEC pudiera encontrarse.

En ese sentido, otro tema álgido que no se abordó fue la distribución de vacunas de origen estadounidense. Por una parte, la postura mexicana que busca atender el déficit nacional de vacunación, mientras que Biden pide paciencia para asumir el reto que representa velar por la seguridad nacional de una población tres veces mayor a la de nuestro país.

De igual forma, pareciera que el gobierno federal del presidente López Obrador no termina de entender la visión regional norteamericana que la administración de su homólogo busca impulsar mediante cadenas de suministro, energías renovables y el combate al cambio climático. Insiste en desempolvar el cuestionado programa “bracero”, cuando uno de los mayores esfuerzos demócratas en el Congreso es evitar que proyectos así ocurran sin que antes se haya negociado con la facción republicana una reforma comprensiva.

Estamos ante la coyuntura perfecta para poder desarrollar estrategias multilaterales compartidas que reactiven la economía regional, además de impulsar propuestas de valor como la atención primaria al cambio climático. Desafortunadamente, pareciera que en México la visión del gobierno federal es perpetuar esquemas caros, obsoletos y nocivos para la salud. Es momento de elevar el nivel.

POR AZUL ETCHEVERRY
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@AZULETCHEVERRY