En este país es una realidad dolorosa que existan mujeres que a pesar de vivir agresiones o amenazas, permanezcan apoyando con lealtad ciega al hombre que les significa un peligro constante. Esa especie de “síndrome de Estocolmo” se explica por el control y el miedo que inspira el victimario. Por eso es importante apoyarnos entre mujeres, tener la capacidad para ayudarnos, ser solidarias con las que hasta ahora no han tenido el valor para rebelarse pero concientizándolas de que la ley las ampara ante cualquier tipo de abuso y en su momento acompañar a quienes finalmente tomen la decisión de defenderse ya sea abandonando a su yugo opresor o procediendo legalmente para que reciba su merecido castigo.
Además existen algunas personas con convicciones decimonónicas que creen que a pesar de cualquier exceso físico o psicológico, las mujeres deben aguantar cualquier agresión de todo hombre, no importando que el macho forme parte de su círculo afectivo como su papá, hermanos, tíos, primos, amigos y su pareja. Esa lógica anacrónica incluso tiene una faceta monstruosa: las personas son capaces de condenar la conducta de toda mujer que se atreva a denunciar a su novio, esposo, amigo o familiar.
El papel interpretado de manera recurrente por la orizabeña Sara García en la mayoría de sus películas, era el de una madre y abuela abnegada que eran capaz de enmudecer ante el dolor y bajar la cabeza a pesar de que era víctima de las peores injusticias. Esa actriz cumplía en sus largometrajes con personajes que servían para reivindicar al machismo.
Incluso en “Los tres García”, aunque no era una abuela abnegada, volvía a ensalzar al hombre bruto que se cree superior a las mujeres pues tomó varios elementos del prototipo del macho para enriquecer a la abuela de Pedro Infante, Abel Salazar y Víctor Mendoza: era una viejecita violenta que le gustaba agredir con sus palabras y con su bastón, fumar puro, beber en exceso y hasta disparar un revólver.
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Era otro México el de la llamada “Época de Oro” del cine nacional, podemos verlo como entretenimiento y como una recreación de lo que vivieron nuestras abuelitas y bisabuelitas; lo que no se vale es que existan políticos que estén encantados impunemente con su papel de machos y todavía más, esperen que en el 2021 permanezcamos calladas.
Las mujeres que se atrevieron a denunciar que fueron víctimas de violación por parte de José Félix Salgado Macedonio merecen todo mi respeto y reitero que estoy sumada a su exigencia de que haya justicia. Las mujeres que apoyan al autodenominado “Toro”, solamente contribuyen a perpetuar en la realidad al modelo sufrido de Sara García y se atreven a enfurecer cuando se critica a “su” macho y hasta lo defienden. Vean el cine de esa etapa por curiosidad intelectual o por puro entretenimiento, pero no romanticen en el 2021 al machismo y el sufrimiento.
La ley electoral de Guerrero es muy clara en su artículo 253 en donde se señala que una vez culminadas las precampañas, los aspirantes cuentan con 7 días para entregar su informe financiero y la sanción es: “Si un precandidato incumple la obligación de entregar su informe de ingresos y gastos de precampaña dentro del plazo antes establecido y hubiese obtenido la mayoría de votos en la consulta interna o en la asamblea respectiva, no podrá ser registrado legalmente como candidato”. Como dijera el clásico: “haiga sido como haiga sido”, José Félix Salgado Macedonio no es candidato a Gobernador. Ya se hizo justicia legal electoral, ahora a esperar que se cumpla con la justicia legal penal.
Consummatum est: Con más de 200 mil muertos en el país, el presidente nacional del PRI Alejandro Moreno afirma que Morena no ha entendido la magnitud de su responsabilidad como el partido gobernante, y sigue comportándose contestataria e irreflexivamente, generando un grave costo a la población, particularmente a la más vulnerable. Yo estoy convencida, la vacuna contra el mal gobierno de Morena, la aplicaremos el primer domingo de junio.
POR LORENA PIÑÓN RIVERA
SECRETARIA NACIONAL DE GESTIÓN SOCIAL DEL PRI
TW: @LORENAÍGNON_
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