DESDE AFUERA

Armas, un debate infinito

El problema es que se trata de una cuestión cultural, toda vez que las armas integran el mito fundacional de EU y la creencia en los "ciudadanos soldados"

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

El predecible debate sobre la posesión de armas en Estados Unidos se reencendió, luego de dos tiroteos con muertes múltiples en una semana.

Por enésima ocasión se levantan demandas por controles y verificaciones, y la oposición alega derechos y tradiciones. 

Es un debate en el que México tiene un interés mucho mayor que el formal, y el establecimiento de más controles en la venta de estos artefactos podría ser señalado como uno de sus reclamos tradicionales en su relación con Estados Unidos.

De hecho, se estima que la inmensa mayoría de las armas ilegales en México y en manos de la delincuencia provienen de EU, pero es un tema políticamente imposible en el país vecino. 

Para los partidarios de la llamada Segunda Enmienda Constitucional, que establece el derecho a la posesión de armas de fuego, es algo incontestable e integral de la sociedad. 

Para sus críticos, es un derecho que ha sido exagerado, tergiversado y malinterpretado.

Parte del problema es que se trata de una cuestión cultural, toda vez que las armas integran el mito fundacional del país y la creencia en los "ciudadanos soldados" –recuérdese, por ejemplo, a los minute men de la guerra de Independencia– como el supuesto papel de las armas en "la conquista del oeste". 

Pero la proximidad entre las más recientes matanzas masivas subrayó de nuevo lo que para muchos es la urgencia de controles. El tiroteo del lunes, en Boulder, fue el séptimo en lo que va de 2021. Los 10 muertos registrados ahí se suman a las ocho personas fallecidas en el incidente de Atlanta, el martes de la semana pasada. En ambos casos se usaron armas de asalto modificadas para la venta pública.

Los partidarios del mayor control de este artículo tienen sus esperanzas puestas en el gobierno del presidente Joe Biden, que llamó el martes por la prohibición de las armas de asalto, y las pequeñas mayorías demócratas en el Congreso.

La situación coincide con un momento de aparente debilidad política del llamado lobby del rifle, debido a problemas internos en la Asociación Nacional del Rifle (NRA) y luego del ataque al Congreso, el 6 de enero. Los propietarios de armas son considerados en general como afines al Partido Republicano.

Las posiciones no sólo parecen irreconciliables debido al debate en torno a las armas, sino por motivos políticos.

Sin embargo, para unos se trata de apaciguar a votantes alarmados por la proliferación de armas en manos de particulares y para otros de una preocupación por seguridad personal.

Para complicar más las cosas, aunque la discusión a nivel nacional es la que llama la atención, una gran parte de las medidas que regulan el tema se encuentran en los estados, y ahí van de prohibiciones casi absolutas a laxitud casi total. 

El tema, en todo caso, es uno de esos en los que las decisiones políticas domésticas de un país pueden tener un enorme impacto sobre la situación de otro. Especialmente cuando se trata de Estados Unidos y México. 

Por JOSÉ CARREÑO FIGUERAS.
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM 
@CARRENOJOSE1

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