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Lista de espera online para vacuna

Esta vacuna es un recurso escaso hoy en día, y la descongelación puede ser determinante para que una gran cantidad se desperdicie o se aproveche

OPINIÓN

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Armando Kassian / Mundo Digital / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

Uno de los principales problemas que existen a la hora de distribuir y aplicar las distintas vacunas contra el COVID-19, es la temperatura, porque ya descongelada se tiene que usar en un periodo corto.

Esta vacuna es un recurso escaso hoy en día, y la descongelación puede ser determinante para que una gran cantidad se desperdicie o se aproveche.

En este sentido, el fundador de ZocDoc, Cyrus Massoumi, creó una pagina web llamada Dr. B que tiene como objetivo funcionar como un sistema de alerta de emergencia para las vacunas contra el coronavirus descongeladas, que generalmente deben inyectarse dentro de las cinco horas posteriores a deshelar.

Sabiendo lo determinante que puede ser este factor, y que actualmente podemos estar más conectados, mediante una red social o un pagina web, me parece brillante esta idea. Más de medio millón de personas se han inscrito a este servicio.

El Dr. B está diseñado para servir como lista de espera para cuando sobran las vacunas en algún punto de aplicación, ayudando a los proveedores a encontrar a los pacientes que pueden llegar ahí en ese rango de tiempo, aún cuando es útil la inyección. A la hora de inscribirte es como estar en una lista de espera de tu código postal, adaptándose a las regulaciones de cada estado, ya que en cada uno se maneja de forma diferente en Estados Unidos, en donde está funcionando actualmente.

La implementación y el alcance que puede llegar a tener este tipo de iniciativas (no es el primero que se arma con esta finalidad) está aún limitado por las regulaciones de los países, de los mismos proveedores y farmacéuticas que todavía no definen cómo serán los canales para ir mejorando y disminuyendo el desperdicio de las vacunas, sabiendo que hoy es un recurso vital y escaso.

Este es un ejemplo más de cómo la tecnología y el consumidor final siguen avanzando más rápido que las instituciones y las empresas.

Y aquí se puede ver un ejemplo en dónde los ajustes y adaptaciones que puedan tener o no las instituciones y las compañías es cuestión de vida o muerte.

POR ARMANDO KASSIAN
@ARKASMI