La llegada de Joe Biden al poder, representa un nuevo capítulo en la historia de la relación bilateral entre México y Estados Unidos; las posturas de la era Trump fragmentaron en un principio la relación. Hay que recordar que las amenazas más importantes para la 4T surgieron directamente desde suelo norteamericano.
A México le toca reconstruir la relación bilateral, generando puentes de diálogo con el nuevo gobierno, sin olvidar que en su momento el presidente López Obrador intervino en favor de la campaña de Donald Trump para su reelección. Además de la dilación en el reconocimiento del triunfo demócrata y de la insólita liberación en el caso Cienfuegos, lo que habla de la relación que se tuvo con Trump, la cual fue más cercana de lo que pareció. No eran amigos, pero los unía su visión nacionalista y personalista.
En este sentido, cabe preguntar sobre en qué temas se va a reconstruir la relación. La llegada de Biden trae consigo desafíos para ambos países, así como una agenda más amplia que implicará que se respeten los acuerdos asumidos.
Migración. Se espera que con el control demócrata de ambas Cámaras del Congreso, permita la generación de una reforma migratoria a favor de los más de 11 millones de migrantes indocumentados que viven en EU.
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Comercio. El T-MEC es el tema en el que se centrarán los esfuerzos,
pues el cumplimiento de los compromisos firmados representa todo un reto para México, sobre todo en los temas que tienen que ver con reglas de origen en el sector automotriz, derechos laborales, pymes y mecanismos anticorrupción.
Tráfico de armas. El combate a esta problemática es de suma importancia, pues representa un riesgo para la Seguridad Nacional de ambas naciones. Esto requiere que se construya un nuevo marco institucional de cooperación bilateral en materia de seguridad, dado que el presidente Biden tiene que tomar acciones para combatir la violencia armada y los tiroteos masivos que aumentaron en la administración pasada.
Medio ambiente. El regreso de Estados Unidos al Acuerdo de París y demás políticas medio ambientales por implementarse podrían traerle problemas a México, pues será presionado no sólo por los Estados Unidos, sino también por Canadá, para promover una transición energética y brindar seguridad jurídica a los contratos en el sector.
La nueva visión de la relación bilateral está generando nuevos desafíos como oportunidades que el gobierno mexicano debe aprovechar. Biden puede tener una visión más global, pero López Obrador continuará enfocándose en las políticas nacionales, justificándose como desde el inicio de su mandato con el lema “la mejor política exterior es la interior”. Pero no es así, la mejor política exterior es la que contribuye en la formación de una buena política interior. Esto es fundamental para entender y sobrellevar lo complejidad de la relación de México con EU.
POR ALFONSO SEGURA DE LA O
LNI / ACADÉMICO DEL IPN
@ALFONSO_DELA0
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