ACÁ ENTRE NOS

La invisible violencia contra las mujeres

El panorama sombrío para nosotras no podrá acabar sino se acepta nuestra situación real desde el púlpito de las instituciones encargadas y se ejercen políticas públicas integrales enfocadas desde la raíz de la problemática

OPINIÓN

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Sofia García/ Columnista invitada/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2016 (ENDIREH), nos dice que al menos 6 de cada 10 mujeres mexicanas ha enfrentado un incidente de violencia; 41.3% de las mujeres ha sido víctima de violencia sexual y, en su forma más extrema, 9 mujeres son asesinadas al día.

¿Cuántas amigas, conocidas o familiares tenemos en el circulo inmediato que han sufrido algún tipo de violencia y les da miedo denunciar?

El panorama sombrío para nosotras no podrá acabar sino se acepta nuestra situación real desde el púlpito de las instituciones encargadas y se ejercen políticas públicas integrales enfocadas desde la raíz de la problemática.

En el Instituto Nacional de las Mujeres, me aseguran que la recién nombrada Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Rosa Icela Rodríguez Velázquez, no está ajena a la situación y entre sus objetivos está la de darle un giro a esta situación.

"LLegó tumbando bardas y puso a todo mundo a trabajar”, asegura una fuente consultada de INMUJERES. A partir de su llegada se han priorizado los trabajos y acciones  en materia de género y violencia.

Es más, comenta la fuente, que Rosa Icela impuso un nuevo ritmo de trabajo en el instituto. Habla todos los días con Nadine Gasman, presidenta de INMUJERES, así como con Fabiola Alanís Sámano, titular de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM) para meterse de lleno en los problemas y buscar las soluciones.

Incluso, se ven por lo menos tres veces a la semana para revisar las acciones en materia de género que se llevan a cabo en todo el país o no.

No es para menos, las mujeres en este país nos sentimos invisibles ante la indiferencia de las autoridades y el discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador no ayuda en nada, cuando asegura que el 90 por ciento de las llamadas de mujeres pidiendo auxilio son falsas! Eso descalifca que la violencia de género se haya incrementado en los hogares a partir del confinamiento.

La representación de Rodríguez Velázquez como primera mujer al frente de la Secretaría de Seguridad y su involucramiento de lleno en los asuntos de género para revisar las tareas que se llevan a cabo en los retos, son un aliciente.

En julio del 2020, el INMUJERES se sumó a la estrategia de Paz y Seguridad Nacional y solicitó a gobernadores y autoridades federales, a partir de su participaciónn mensual en la reunión

de la CONAGO, establecer mesas estatales de trabajo con la participación de todos los niveles de gobierno,  para la construcción de paz con una agenda estratégica que prevenga, atienda y sancione  la violencia contra las mujeres.

Hasta hoy 24 de las 32 entidades federativas se han sumado a dichas mesas y faltan por hacerlo; Baja California, Durango, Tamaulipas, Quintana Roo, Tabasco, Jalisco, Puebla y CDMX.

El objetivo es sumar todas las capacidades del Estado para atender las causas  de la violencia, territorializando y revisando la particularidad de cada entidad para ejecutar políticas en materia de género que involucraran a todos los poderes locales y federales a fin de dar atención urgente a la violencia contra las mujeres, “sin pretextos ni evasivas”, como ha pasado en décadas.

No en vano, la ONU asegura que la violencia contra las mujeres  en México tienen tres rasgos: Invisibilidad ya que  el 88.4% de las mujeres que fueron agredidas no presentan denuncia por temor a consecuencias físicas y psicológicas; exclusión social y burlas; así como desgaste emocional consecuencia del proceso de denuncia ante las autoridades.

Dicha situación detona una normalización de la violencia. De por sí históricamente ocurre de forma sistemática y pesar de los avances que ha logrado la sociedad civil, el feminismo y las organizaciones, la violencia es percibida como una conducta "normal" o "esperada".

Situación a parte es la impunida.  Las autoridades mexicanas se caracterizan por el alto nivel de corrupción que existe dentro de ellas y aunado a eso la violencia de género y sus consecuentes denuncias parece irritar y hacer enojar a las agencias del MP cuando llegan los casos.

Los vemos todos los días. La historia más reciente es la de Mariana, la estudiante de medicina que al acudir a la agencia a denunciar un ataque sexual la regresaron a su casa sin iniciar ninguna carpeta de investigación para después amanecer asesinada.

Según el Índice de Impunidad en México, el 99% de los casos de violencia de género, no son resueltos.

Por todo esto es importante decir que hay que tener muy presente a este trío de funcionarias; Rosa Icela, Nadine y Fabiola, quienes han decidido mantenerse en contacto permanente para atacar la violencia de género, independientemente de los discursos que desde Palacio Nacional se lleven a cabo.

No la tienen fácil, pero sin lugar a dudas, ésta si puede ser una lucecita al final del túnel que haga la diferencia. Las mujeres en este país necesitamos URGENTE sentirnos arropadas por quienes están en el poder.

POR SOFÍA GARCÍA
@SOFIGARCIAMX