COLUMNA INVITADA

El apagón de las libertades

Contra viento y pandemia, la #4T sigue implementando sus políticas, muchas de las cuales se asumen como inevitables sin importar los costos

OPINIÓN

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Óscar Sandoval / Columna invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Foto: Especial

México esta perdido entre contradicciones. Por un lado, tenemos la sombra de la historia, por otro, el odio y el amor por lo corrupto, “el que no tranza no avanza”; la palabra diaria de que eso ya quedó atrás y la realidad cotidiana de que sigue ahí, a cada paso que damos amenaza con atraparnos. ¿A dónde vamos a parar?

La respuesta superficial depende de qué lado del tablero político estés. En términos del Presidente López Obrador: conservadores o #4T. Insisto, eso es superficial y por tanto representa escalas que parecen destino, pero no lo son.

Contra viento y pandemia, la #4T sigue implementando sus políticas, muchas de las cuales se asumen como inevitables sin importar los costos. Da igual si fue mucho o poco lo que se perdió con el NAIM, es dinero producto de nuestros impuestos y por tanto de nuestro trabajo. Ruego porque no se minimice eso por parte del Gobierno de México, es cuestión de respeto.

Estamos cometiendo tres errores al tomar decisiones, primero, melancólicas: lo hacemos en función de lo que pasó o lo que era. Segundo, fantasiosas: lo tomamos en función del deber ser y no de la realidad local y global. Y, tercero, hipócritas: aseveramos cosas para un lado, pero no para el otro. Esto esta abriendo riesgos con altos costos económicos, pero también sociales.

Todo proceso de cambio conlleva que las reglas cambian. Durante el priato los temores como la preservación de uno en el poder no era riesgo porque las reglas, aunque no escritas, estaban claramente entendidas. Había también pilares inamovibles. Hoy, con el cambio de régimen, estamos en función de la moralidad de uno versus los “abusos del pasado”. Enormes riesgos incluso para que se convierta en el mejor presidente de México, como es su aspiración.

Olvidamos que construimos un sistema financiero para disminuir los riesgos de devaluaciones del tipo de cambio y cuidar el poder adquisitivo de las personas.

Hoy obviamos que, si bien no se devalúa la moneda, sí se esta devaluando, por ejemplo, el valor económico de las empresas, de las profesiones y del trabajo de las personas, pero también de su utilidad social, la democracia y el Estado.

En 2020 el valor de producción de las constructoras registró su peor contracción en 14 años, con la pérdida de 72 mil puestos de trabajo y tendencia a la baja desde 2018 -tiempo antes del inicio de la pandemia-. El valor de las empresas de generación eléctrica tendrá sus impactos, a lo mejor, es lo que se quiere. La profesión de abogados esta siendo erosionada. Ni se diga la de quienes trabajamos en Comunicación Estratégica.

“El que nada debe, nada teme” me dijo un miembro de la Guardia Nacional después de haber solicitado que detuviera mi vehículo tras pasar la caseta de la salida de CDMX a Querétaro sin referir que hubiese cometido ninguna infracción. Circular por mi país el motivo.

Algo así está sucediendo con la economía y la libertad. La presunción de delito se está haciendo de fácil discurso desde el poder y de difícil defensa desde la ciudadanía. El silencio, por el motivo que sea, esta siendo nuestra condena. Nuestros errores del pasado, el precio presente con un alto costo en el futuro. Ponernos de un lado o del otro el festín político. Olvidarnos de que somos México, la condena la pagamos cada uno, e impactará en las generaciones futuras. 

POR ÓSCAR SANDOVAL
CONSULTOR, SOCIO DE 27 PIVOT
OSANDOVALSAENZ@27PIVOT.COM
@OSANDOVALSAENZ

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