COLUMNA INVITADA

El INE: ¿Sesgado, cegado o segado?

El INE es una cosa, su cabecilla Lorenzo otra y sus sendos miembros o integrantes otra

OPINIÓN

·
Ramón Ojeda Mestre/ Colaborador/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Alentador el anuncio de que en Jalisco y Coahuila ofrecerán el servicio de casillas con urnas electorales electrónicas. El Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó los lineamientos técnicos y jurídicos para la instrumentación, por primera vez en comicios federales, del voto en urnas electrónicas con carácter vinculante. Pero flota en el ambiente una duda que se asemeja a “este fuego letal que me calcina” del cual hablara el muy emotivo y cursi “Brindis del Bohemio”.

No es la duda cartesiana del intelecto avispado o ubérrimo, ni la duda Hamletiana inmortalizada por William Shakespeare en aquel naciente siglo XVII, pero a veces me pregunto al ver que me olvidaste, por qué no me enseñaste cómo se vive sin ti, si el INE es o puede ser realmente confiable, o es un engendro del poder público para hacernos creer que es el “castillo de la pureza” y no el infierno de Dante. Tiene tantas quejas el INE que bien podría ser el “muro de las lamentaciones” electorales y electoreras y por eso tiene sus Reglamentos de quejas y denuncias, sí, así como lo oye, digo, como lo lee, en plural, tiene Reglamentos.

Pero es que el INE es una cosa, su cabecilla Lorenzo otra y sus sendos miembros o integrantes otra. Le doy un ejemplazo: hace unos días, nuestro frater admirábilis Ciro Murayama, per sé, a través de eso que llaman un Tweet o un Tweeter, por sus pistolas y sin consultar con sus pares o sus nones INEsianos, espetó lo siguiente:

 “El mensaje del gobernador de Baja California Sur impulsando al candidato del PAN a la gubernatura viola el principio de neutralidad a que debe sujetarse.

Al ser un proceso local, corresponde al @ieebcs así como al Tribunal Electoral local velar por la equidad.

Y no #NoEsCensura”

Adicionalmente, puso una gran foto que en nada favorece la imagen, prez y galanura del señor Mendoza de quien me considero amigo, pero ignoro si él me califica así. Es decir, parece que hubiera un “animus laedendi” especial, o “ad hominem” de M Vs. M. ¿Por qué un joven economista como Ciro, tan preparado, y tan experimentado, con tanta obra publicada, como “La economía del Futbol” comete un error de la misma falta de neutralidad que él aduce, en perjuicio de Baja California Sur y de todos nosotros?

Suponiendo que esté muy mal que el Gobernador de BCS esté poniendo su gran peso político, públicamente, en favor de Pancho Pelayo, como presuntamente trató de hacerlo, ¿eso le da derecho al consejero Murayama del INE a “balconear” en las redes benedictas, en lugar de presentar la denuncia correspondiente ante las autoridades o instituciones competentes, como parece él mismo identificarlas en su malhadado canto del pajarito azul, porque ni siquiera atina a poner su nombre real: el Instituto Estatal Electoral de BCS, que no es lo mismo que una dirección arrobada como la de @ieebcs?

Esa parcialidad aparente u ostentada, daña tanto a Víctor Castro Cosío el precandidato “in pectore” de Morena, a quién todos señalan como el ungido que va a la delantera, como a Francisco Pelayo Covarrubias a quien todos los demás todos señalan que va en la delantera. ¿Por qué ha venido tantas veces Murayama a BCS? ¿Por qué ha sido el consejero del INE que más veces nos ha honrado con su sabia presencia? ¿Por qué nos vino a dar línea de que acudamos ante el “Tribunal Electoral Local”? ¿No es ofensivo qué su graciosa majestad, rex tremendae majestatis, diría Mozart, crea que no tenemos idea de qué debemos, qué podemos, o qué queremos hacer en BCS los que no queremos ser títeres de alguno? El prestigiado Murayama ya estaba en la primaria cuando BCS ya era un estado de la República y no un territorio de la federación con capitis deminutio que Gayo el jurista nos explicara a los que pomposamente hemos sido profesores de derecho en la UNAM desde antes de que el joven Ciro naciera.

Miles de quejas se ciernen sobre el maltrecho logo del INE, con demasiados egos y ciegos. Quiero mucho a Víctor Castro Cosío y quiero mucho a Francisco Pelayo Covarrubias, pero quiero más a lo que considero la verdad y creo que ninguno de ellos necesita “guajes” para nadar, salvo la mejor opinión de usted sibilina seductora y del hijo de nuestro hermano Arnaldo Córdova que no se atreverá a reprenderlo en público. Usted sabe por qué.

POR RAMÓN OJEDA MESTRE
ROJEDAMESTRE@YAHOO.COM

avh