DESDE AFUERA

Trump y el futuro del Trumpismo

La creación y permanencia de una base leal es crítica para la continuidad de los movimientos populistas, con o sin su fundador

OPINIÓN

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José Carreño Figueras / Desde Afuera / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: FOTO: Especial

¿Es posible un movimiento trumpista sin Donald Trump?

Es una pregunta que se plantean politólogos estadounidenses al tratar de adivinar lo que ocurrirá con Trump y la masa de seguidores que reunió bajo su lema "Hacer otra vez grande a Estados Unidos" (Make America Great Again).

Trump ha dejado saber que se mantendrá activo en la política, y aunque sus problemas legales y fiscales amenazan con ponerlo en una situación incómoda, también podrían reforzar una imagen de víctima perseguida por defender intereses "populares".

De hecho, la creación y permanencia de una base leal es crítica para la continuidad de los movimientos populistas, con o sin su fundador. Y una gran parte de los republicanos cree las denuncias de fraude electoral de Trump. "Si los movimientos populistas han demostrado algo, es su notable poder de permanencia, incluso después de que sus líderes hayan sido destituidos del poder, democráticamente o de otra manera", señaló Yasmeen Serhan en la revista The Atlantic.

"Desde el berlusconismo en Italia hasta el peronismo en Argentina y el fujimorismo en Perú, los movimientos impulsados por la personalidad rara vez se desvanecen una vez que sus líderes dejan el cargo. Frente a la victimización, real o imaginaria, a menudo prosperan", apuntó.

Los tres modelos de populismo a los que se refirió han probado ser perdurables, incluso sin su fundador. El italiano Silvio Berlusconi fue frecuentemente el punto de comparación de Trump. Un multimillonario y personalidad de la televisión con múltiples escándalos, financieros y sexuales, pero se presentó como defensor de la gente común. Fue presidente del Consejo de Ministros tres veces. La última vez renunció en 2011, pero se mantiene activo y como un personaje de influencia.

El peronismo es un caso importante: Juan Domingo Perón gobernó Argentina de 1946 a 1955, cuando fue depuesto por un golpe militar. Se exilió en España, pero regresó en 1973, para ser electo Presidente de nuevo. Murió en 1975, pero el peronismo es la fuerza ahora dominante en Argentina.

Y no hay escasez de políticos que tratan de ser herederos de Trump, del senador texano Ted Cruz al exsecretario de Estado, Mike Pompeo. "Su exilio forzado creó una narrativa de victimización que "realmente puede ayudar a solidificar las identidades políticas", dijo James Loxton, experto en regímenes autoritarios, democratización y partidos políticos en América Latina", citado por The Atlantic.

El fujimorismo sería una tercera alternativa. Alberto Fujimori gobernó Perú desde 1990 hasta su destitución en 2000, entre acusaciones de corrupción y abusos contra los derechos humanos que lo llevaron al exilio y luego a la cárcel en 2009. Pero su partido continúa, bajo el liderazgo de sus hijos Keiko y Kenji.

Al menos dos de los hijos de Trump, Donald e Ivanka, podrían tener ambiciones políticas, sólo posibles gracias al trumpismo. Tiempos interesantes, sin duda.

POR JOSÉ CARREÑO FIGUERAS
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM 
@CARRENOJOSE1

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