De los 10 partidos que compitieron en la elección federal del 6 de junio, tres, todos de reciente creación, perdieron el registro por no alcanzar 3 por ciento del total de la votación. Encuentro Solidario obtuvo 2.85 por ciento; Fuerza Por México, 2.57 por ciento; y Redes Sociales Progresistas, 1.7 por ciento. Ninguno llegó al año de vida. Eso sí, querían doblar la ley y echarle la culpa a la pandemia para sobrevivir. El TEPJF los bateó.
En apenas unos meses, entre que el INE les otorgó registro, y lo perdieron, costaron a los mexicanos, en conjunto, 564 millones de pesos. Dinero tirado a la basura.
La historia se repite cada tres años. Entre 1991 y este 2021, habrán desaparecido 25 partidos políticos. Todos gastaron a manos llenas dinero público. En total, 9 mil 108 millones de pesos. Negociazo para sus creadores, muchos de los cuales se han vuelto expertos en hacer partidos una y otra vez, para recibir carretadas de recursos.
Aunque todos deben regresar los bienes muebles e inmuebles adquiridos con el financiamiento público, ha habido un factor común cuando son extintos: no los regresan y se quedan con éstos; por ejemplo, con casas o vehículos lujosos que adquirieron mientras estuvieron vigentes. Hace algunos años entró una reforma federal para combatir este desfalco, pero no hay informes públicos sobre las devoluciones de los bienes.
Desde el 2000 a la fecha, el desfile de aventuras partidistas-electorales, se acumula. A los tres que se quedarán sin formar parte de la partidocracia hay que sumar el Partido Encuentro Social, Nueva Alianza, Humanista, Socialdemócrata, Fuerza Ciudadana, Partido Liberal Mexicano, México Posible, Alianza Social, Partido de la Sociedad Nacionalista, Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, Partido del Centro Democrático… la lista es larga.
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Y si a nivel nacional es una grosería, lo que ocurre en el ámbito local es grotesco. Se crean partidos a conveniencia, se lucra con los registros y se saquea las arcas públicas.
Mientras que en las elecciones federales compitieron 10 partidos, hay entidades, como Jalisco, donde el número se elevó a 14 o, el caso más obsceno, Morelos, donde aparecieron en la boleta 23 partidos. De esos 23, 14 perdieron el registro, incluidos partidos nacionales como el Verde o PRD. 14 partidos que recibieron dinero, spots en tiempos oficiales y recursos con cargo a los mexicanos. Todos habrán gastado una ofensiva bolsa de dinero.
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Los partidos políticos no pueden seguir costando tanto a los mexicanos. El matrimonio dinero-elecciones, es perverso. Debe comenzar una discusión sobre el financiamiento público y su pertinencia, sobre los requisitos para conformar un partido y mantenerlo con recursos públicos. Cuestan mucho, dan muy poco. Son negocio de unos pocos.
POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN
M.LOPEZSANMARTIN@GMAIL.COM
@MLOPEZSANMARTIN
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