ANÁLISIS

Guadalupe, más allá de la coyuntura

El papa Francisco, desde Roma, abre nuevos horizontes para el continente americano

OPINIÓN

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Rodrigo Guerra López / Colaborador / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

El domingo 12 de diciembre, en la Plaza de San Pedro, se han dado cita todas las comunidades del continente americano que viven en Roma para rezar el rosario, en honor a la Virgen de Guadalupe. El cardenal Marc Ouellet ha dirigido una breve oración de consagración a María, “Madre del verdadero Dios por quien se vive”, para luego escuchar el mensaje del papa Francisco y participar en el rezo del Angelus dominical. 

Es especialmente significativo que el Papa ha saludado, de modo especial, a quienes festejábamos a la Virgen y de inmediato ha afirmado que ella es la primera que nos enseña a “caminar juntos”, “desde las periferias hacia el centro”, como pueblo, en compañía de los pastores. 

Asimismo, el pontífice ha señalado que este gesto de oración y testimonio público en la Plaza de San Pedro es un primer paso de preparación rumbo al Jubileo Guadalupano de 2031 y el Jubileo de la Redención en 2033

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Al observador superficial este evento podría parecerle un momento más dentro de la parafernalia eclesiástica, un acto puramente pío, un mensaje candoroso, pero sin incidencia alguna. Sin embargo, para Francisco las cosas son otras. 

“El tiempo tiene primacía sobre el espacio”, dice en su magisterio. Expresión que significa que es más importante abrir procesos que lograr posiciones. Es más importante abrir un camino y un horizonte que los logros momentáneos que son dictados por la lógica del poder. 

En la Asamblea Eclesial Latinoamericana realizada apenas hace tres semanas, el papa Francisco ya había mencionado el tema de los jubileos. Y en su discurso del 4 de marzo de 2019, dirigiéndose a un grupo de jóvenes políticos había dicho: “Dentro de unos años, en 2031, celebraremos el V Centenario del Acontecimiento Guadalupano y, en 2033, el segundo milenio de la Redención.

 Quiera Dios que, desde ahora en adelante, puedan todos ustedes trabajar en la difusión de la Doctrina social de la Iglesia para así llegar a la celebración de estas fechas con verdaderos frutos laicales concretos de discipulado misionero”. 

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En efecto, el horizonte 2031-2033 rebasa por mucho las coyunturas en las que nos encontramos sumergidos. Mientras que partidos y grupos de poder se desgastan en sus luchas y tensiones, Francisco apuesta por el significado profundo de la Historia. 

El acontecimiento guadalupano es origen y destino para las naciones latinoamericanas. En el mensaje de María a San Juan Diego se encuentra no sólo un llamado a la conversión personal, sino la misión de construir en tierras americanas un espacio nuevo de fraternidad, una “casita sagrada”, que permita mejores condiciones de vida para todos y una atmósfera de verdadera libertad para creer. 

También el Jubileo de la Redención, que celebrará dos mil años de la muerte y resurrección de Jesucristo, nos ayuda a todos a evitar la fuga utópica y mirar dentro de la finitud y limitación de las condiciones presentes, razones concretas para creer que algo radicalmente nuevo es posible.

 La resurrección cristiana es señal permanente de que las fuerzas y las luchas puramente humanas, no tienen la última palabra.

POR RODRIGO GUERRA
SECRETARIO DE LA COMISIÓN PONTIFICIA PARA AMÉRICA LATINA
RODRIGOGUERRA@MAC.COM

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