MALOS MODOS

No sabrá leer, pero no dice mentiras

El presidente lo que hizo fue rendir tributo al estilo lector de Liz Vilchis, un estilo que, en una palabra, podemos calificar como de ametralladora: entrecortado pero ruidoso

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Que el presidente quiso defender a Liz Vilchis, la responsable de “Quién es quién en las mentiras de la semana”, ese espacio imprescindible de los miércoles en las mañaneras, y acabó por insultarla. “No sabrá leer, pero no dice mentiras”, pasó a decir el líder de nuestros destinos en plan de padre amoroso, de patriarca sobreprotector, y las redes se llenaron de comentarios en la línea de “No me defiendas, compadre”. Bueno: cero insultos. Al contrario. Con esa ironía 100% México profundo, imperceptible para los conservadores, los machuchones; esa ironía emanada de la sabiduría popular, del pueblo bueno, el presidente lo que hizo fue, por el contrario, rendir tributo al estilo lector de Liz, un estilo que, en una palabra, podemos calificar como de ametralladora: entrecortado pero ruidoso. O sea, un estilo muy 4T, según nos han demostrado Gatell cuando lo ponen a recitar poesía, los paleros de Palacio Nacional cuando leen en voz alta las preguntas que les escribieron o Pati Armendáriz en cualquier circunstancia. Pero el presidente hizo algo más. Con esa sentencia, creó un nuevo modelo de elogio para sus allegados, un modelo de aplicación universal que cancela cualquier crítica de sus adversarios. Por eso están así de enojados.

¿Qué necesitas echarle una mano al Doctor Muerte, ahora que viene la variante ómicron y su popularidad puede caer otro poco, con aquello de que no está padre morirse ahogado? “Habrá causado una masacre, pero nos ahorra mucho dinero”. ¿Noroña? “No se pondrá cubrebocas, pero hace hasta lo imposible para que la gente no se le se acerque”. ¿Octavio Romero? “Llevará una petrolera a la bancarrota, pero no discute. Bueno, ni habla. De hecho, ni parpadea”. ¿Tus hijos? “No se atendrán a los principios de la austeridad republicana, pero son el motor del sector agrícola”. ¿Cuitláhuac? “Tendrá a Veracruz al borde de la ingobernabilidad, pero los baños rechinan de limpios”. ¿Bejarano, Pío, Delfina, Esquer, Yeidckol? “Se mancharán, pero salpican”. ¿Gertz? “No resolverá un caso, pero lo aman los vendedores de coches”.

De hecho, el presidente, ese genio de la comunicación, hizo mucho más que crear un modelo: nos dio una herramienta para entender a todo su equipo y, por lo tanto, a toda la 4T. Puede sintetizarse en una frase: “No tendrán dos dedos de frente, pero obedecen”. Es la versión 2.0 de “90% de honestidad, 10% de experiencia”, que tan buenos resultados ha traído.

Termino con una recomendación urgente: no lo intenten en casa. En el fondo, el presidente, que como sabemos es único, lo que nos ofrece es un “Okey, sí estoy pedo otra vez pero te amo, chula”, elevado a la categoría de masas. Es al único que le funciona, como seguramente habrán comprobado. 

Sigan al doctor Patán, el doctor que sí cura, para más consejos sobre una vida familiar armoniosa.

POR JULIO PATÁN
COLUMNISTA
@JULIOPATAN09

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