De acuerdo con una encuesta publicada en la primera página de un diario de circulación nacional en días pasados, el sondeo rumbo al 2024 se apretaría entre los dos principales candidatos de Morena, sin embargo, causa sorpresa la aparición de un tercer actor político en discordia.
Este tercer candidato a la Presidencia de la República es ni más ni menos que Luis Donaldo Colosio Riojas, el joven alcalde de la ciudad de Monterrey, capital de Nuevo León, con apenas 35 años.
Esta encuesta al parecer molestó a algunos, sí, de esos que cuando les beneficia, son los ejercicios más limpios y democráticos, pero cuando no les favorecen, son negocios en donde cada candidato empieza a invertir.
La encuesta sitúa en primer lugar al canciller Marcelo Ebrard con un 31%, a la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum con un 30% y a Colosio Riojas con un 27%. Fuera de estos tres personajes vienen los demás, un Ricardo Anaya con un pobre 16%, el senador Ricardo Monreal con un 12%, Samuel García con 10% y Alfredo del Mazo del PRI con otro 10%.
Y no se trata de preferencia por un partido en el caso de Luis Donaldo, ya que en ese ejercicio el partido Morena consolida su ventaja con un 45% de las preferencias electorales, mientras que Movimiento Ciudadano apenas alcanza el 5%, partido al que pertenece el joven político.
Independientemente del trabajo político, carisma y cercanía con la gente de Luis Donaldo Colosio Riojas, no cabe duda de que no hay mejor herencia que la de un buen apellido.
Y, es que su padre, Luis Donaldo Colosio Murrieta, dejó una trayectoria de un hombre que siempre se distinguió por su honestidad, fue un gran renovador, demócrata y progresista y que hoy a 27 años de su artero e infame asesinato, su legado se mantiene vigente.
Luis Donaldo veía un México como lo ven muchos mexicanos hoy, un país de comunidades indígenas que no pueden esperar más las exigencias de justicia, de dignidad y de progreso, un pueblo con hambre y sed de justicia.
Colosio padre hablaba de transformar la política para cumplirles a los mexicanos, de reformar el poder, y establecer una nueva relación entre el ciudadano y el estado.
Reformar el poder, decía Luis Donaldo, para democratizarlo, para acabar con cualquier vestigio de autoritarismo. El origen de muchos de nuestros males pensaba, se encuentra en una excesiva concentración del poder, lo cual da lugar a decisiones equivocadas, al monopolio de iniciativas, a los abusos, a los excesos.
Decía Colosio en su discurso histórico en el monumento a la revolución, que reformar el poder, significa un presidencialismo sujeto a los límites constitucionales, de su origen republicano y democrático.
Sus ideas quedaron grabadas en la mente, en los anhelos, en el corazón de muchos mexicanos. De ahí que no es de extrañarse que muchos piensen legitimante que su hijo, Luis Donaldo Colosio Riojas, pueda ser el continuador de esas ideas, de principios, de políticas, que lamentablemente y debido a unas balas arteras, quedaron solo en el papel.
Sin duda, le falta mucho camino por recorrer, pero si tiene los mismos principios, talento y carisma que su padre, lo veremos seguramente en muchas encuestas.
La muerte de Luis Donaldo Colosio, a decir de muchos, quitó a los mexicanos una oportunidad extraordinaria de la que todavía no nos reponemos.
POR EDUARDO MACÍAS GARRIDO
COLABORADOR
@EDUARDO84888581
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