COLUMNA INVITADA

Oaxaca y sus dos crisis a vencer

Una, obstaculiza su crecimiento; la otra se recrudece bajo la dinámica de sus propias inercias

OPINIÓN

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Benjamín Robles Montoya / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

La situación actual de Oaxaca es muy grave debido a que en su interior coexisten dos tipos de crisis. Por un lado, hay una económica que obstaculiza en forma permanente y recurrente su crecimiento, la generación de empleos y la atención a la pobreza extrema. Por el otro, una crisis política que, aunque se fundamenta y explica en gran parte en la situación económica estatal que padecemos, debemos reconocer que en los últimos años se ha ido recrudeciendo bajo la dinámica de sus propias inercias.

Las condiciones de ambas crisis se han visto enormemente agravadas por la de salud, causada por el coronavirus.

Aún cuando la coexistencia en tiempo y espacio de las crisis económica y política, desde hace varios años ha quedado debidamente acreditado, por trabajos de investigación y reportes sobre la situación de la entidad, la verdad es que tanto autoridades estatales como grupos políticos tradicionales han pretendido resolverlas con sólo reformas marginales, dejando intactas las estructuras económicas poco funcionales, así como las antidemocráticas instituciones políticas y sociales existentes en la entidad. La clase política tradicional oaxaqueña no ha entendido que por esta vía no sólo no se resuelven los problemas, sino que se incuban mayores tensiones económicas y políticas, aumentando con ello el riesgo de la inestabilidad social.

Para comprender las causas, tipos y evolución de ambas crisis, debemos entender qué tipo de estructura social y económica existe en Oaxaca. Es posible distinguir la existencia de dos grupos económicos-sociales: el moderno y el tradicional.

Si bien es cierto que la crisis de salud ha agudizado la crisis económica estatal, también lo es que cada sector económico, a partir de sus propias condiciones y problemas estructurales, tiene repercusiones diferentes.

El principal determinante de la crisis económica del sector moderno ha sido su falta de competitividad. Establecer lo anterior es muy importante debido a que desde principios de la década de los 80, la estrategia económica del país ha propiciado el surgimiento de un entorno económico altamente competitivo.

Desde 1994, con la puesta en vigor del TLC, las disparidades económicas regionales del país se han incrementado enormemente, lo que no ha cambiado con el T-MEC. Como una expresión local de lo anterior, el PIB de Oaxaca ha adoptado una tendencia a la baja.

En contraparte, las economías estatales más desarrolladas en algunos momentos han vigorizado su crecimiento como resultado de que dispusieron de una mejor competitividad, materializada ésta en cuatro factores claves: 1) mejores condiciones de infraestructura física; 2) recursos humanos capacitados; 3) disponibilidad de una tecnología adecuada y suficiente y; 4) un desarrollo institucional que respondió a las necesidades del crecimiento económico.

Y hay más, pero nos leemos en la próxima entrega.

POR BENJAMÍN ROBLES MONTOYA

DIPUTADO FEDERAL DEL PT

@BENJAMINROBLESM

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