Con la publicación del Decreto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para 2022 en el Diario Oficial, este lunes se consumó la desarticulación del gasto en educación básica que esta administración ha planteado desde 2019.
En 2013, denunciamos que el (mal) gasto educativo es generado, entre otras prácticas, por la captura del presupuesto que hacen grupos fácticos de poder. En ese entonces denunciamos cómo los sindicatos y funcionarios educativos utilizaban el gasto de forma discrecional y opaca. Hoy, la captura proviene del Ejecutivo Federal. Vemos con crudeza cómo las decisiones unipersonales deciden el destino de millones de niñas, niños y jóvenes (NNJ).
No sólo cuestionamos el proceso político de dicha captura, sino los resultados que arroja. La semana pasada describimos algunos de ellos. Seguiremos denunciando los retrocesos para elevar el costo político del atraco a las escuelas. Los diputados y funcionarios públicos pueden actuar impunemente cuando hay desconocimiento del impacto de sus decisiones. Muchas comunidades escolares desconocen las implicaciones y se dan cuenta de ello hasta bien entrado el año siguiente.
Es importante no perder la esperanza y seguir exigiendo a la Secretaría de Educación Pública (SEP) la corrección del rumbo. Por eso, hay que dar seguimiento a los pocos avances alcanzados. En ese sentido, debemos luchar para eliminar el clientelismo y la improvisación técnica que el programa La Escuela es Nuestra (LEEN) arrastra desde su creación ahora que el PEF mandata que cuente con Reglas de Operación. La semana pasada,la secretaria de educación de Sinaloa, reconoció cándidamente que LEEN no es programa educativo sino clientelar.
La misma situación se presenta con el programa de Expansión de la Educación Inicial el cual debe ser focalizado, transparente y evitar su captura por el Partido del Trabajo. En especial ahora que el artículo 33 del PEF establece que los recursos deben ser ejercidos, exclusivamente, por las autoridades educativas.
Daremos seguimiento para que se atiendan las resoluciones judiciales que mandan destinar al menos cinco mil mdp de LEEN para alimentación y jornada ampliada, y asegurar agua y suministros como cubrebocas, jabón y sanitizantes en cada escuela.
Es necesario también empujar para que las reasignaciones internas, economías e ingresos extraordinarios sean utilizadas para subsanar las omisiones, en especial ahora que el décimo transitorio del PEF establece el precedente para usar subejercicios en infraestructura educativa. Proponemos, por ejemplo, que los fondos de menor transparencia en subsidios, como el U080, se pongan al servicio de las tareas prioritarias de recuperación socioemocional y de aprendizajes, búsqueda y reconexión, compensación a NNJ indígenas e hijos de jornaleros agrícolas, formación y reconocimiento docente.
A las niñas y niños les están robando aquello que es su derecho y ponen en vilo sus oportunidades. Nuestro repudio a esta decisión del Legislativo se convierte en responsabilidad para proponer, exigir y colaborar con la SEP para que ahora, en el ejercicio, se pueda corregir este “error”.
POR FERNANDO RUIZ
DIRECTOR DE INVESTIGACIÓN EN MEXICANOS PRIMERO
@FRUIZ_RUIZ
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