PASIÓN POR CORRER

Sabia virtud...

Decía el gran poeta y periodista, Renato Leduc, que conocer el tiempo es una sabia virtud. A tiempo amar y desatarse a tiempo, completaba el escritor tlalpense para enfatizar en su poema que quien domina el manejo del tiempo sabrá siempre reconocer y disfrutar los momentos y tiempos de la vida

OPINIÓN

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Rossana Ayala / Pasión por correr / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Decía el gran poeta y periodista, Renato Leduc, que conocer el tiempo es una sabia virtud. A tiempo amar y desatarse a tiempo, completaba el escritor tlalpense para enfatizar en su poema que quien domina el manejo del tiempo sabrá siempre reconocer y disfrutar los momentos y tiempos de la vida. Algo así necesita ahora el gran atleta y corredor etíope, Kenenisa Bekele, quien el pasado domingo, al correr el Maratón de Nueva York quedó en la sexta posición, sumando así dos resultados negativos para su carrera, por su tercer lugar que tuvo al correr en Berlín, el pasado mes de septiembre.

A cualquier otro atleta, aún de nombre conocido, el no ganar o estar siempre en los primeros lugares se le podría pasar y difícilmente la prensa deportiva y el público cuestionarían los resultados, pero cuando se trata de un campeón como Bekele, que demostró ser el mejor en pista y buscaba competir en la prueba de fondo y disputarle el récord mundial a Eliud Kipchoge, entonces es inevitable que los que observamos las carreras, ante sus dos fracasos recientes en Berlín y Nueva York, comencemos a preguntarnos: ¿no será que llegó el tiempo del retiro para Kenenisa Bekele?

A sus 39 años, Bekele corrió en 2:01:41 el Maratón de Berlín en 2019, dos segundos más que el récord de Kipchoge, siendo el atleta con mejor marca personal de todos los que corrieron este domingo en Nueva York. Tal vez el reto de correr Berlín y Nueva York- en apenas 40 días, y pretender ganarlos fue tan ambicioso, que ni Bekele mismo pudo llevarlo a cabo con éxito. Y es que de los 13 maratones que ha corrido el etíope, ha ganado tres, otros tres no los terminó, a uno no asistió y en el resto acabó entre los seis primeros.

El domingo, después de su llegada a la meta en Central Park en la sexta posición con un tiempo de 2:12:52, los periodistas se abalanzaron sobre Bekele con una retahíla de preguntas sobre qué pasaba con sus tiempos y si no creía que había llegado el momento de retirarse a tiempo, a pesar de que Bekele aseguró que él puede seguir en máximo nivel por dos años más, es evidente que, al menos en maratón, ya no es así.

El campeón olímpico y plusmarquista mundial de 5 mil y 10 mil metros, no sólo quedó muy lejos de romper el récord del Maratón de Nueva York (2:05:05), como él mismo lo había pronosticado, si no que hizo una carrera que, para muchos, fue con olor a jubilación, a retiro, pues nunca se le vio con la intención de luchar por el primer lugar; más bien, dicen, daba muestras del inicio del ocaso de su carrera.

No cabe duda que el poeta Renato Leduc tenía mucha razón al decir que conocer el tiempo es una sabia virtud; a Bekele, que ya no es un jovencito, el tiempo se le está yendo en desempeños erráticos, en declaraciones mediáticas que lo alejan cada vez más de convertirse en la leyenda que busca y hubiera podido ser.

POR ROSSANA AYALA
AYALA.ROSS@GMAIL.COM
@AYALAROSS1

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