Hoy tenemos la oportunidad de crear un futuro más inclusivo. En lugar de preguntar ¿por qué?, cuestionemos, ¿por qué no? Históricamente, las mujeres han enfrentado algunas desventajas laborales. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) indica que incluso están más expuestas al empleo informal en cerca de 75% de los países latinoamericanos.
De acuerdo con un estudio de Manpower Group, existe una triple amenaza para las mujeres: Pocas de ellas ocupan puestos de liderazgo: Representan más de 50% de la fuerza laboral global, pero menos de 25% ocupa puestos de alta gerencia. De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, debido a la crisis sanitaria se han borrado 10 años de avances en la participación laboral femenina. Según el IMCO, esta cifra asciende a 15 años en México.
Según estudios de McKinsey, las madres trabajadoras tienen tres veces más probabilidades de hacerse cargo de la mayoría de las tareas del hogar y, por ello, una cuarta parte se vio en la necesidad de abandonar o reducir sus horas de trabajo. Con el objetivo de mitigar este impacto, la Iniciativa Especial para el Empoderamiento de las Mujeres del B20 identificó acciones puntuales:
Incluir. Fomentar la inclusión en actividades de alto impacto y crear interés desde edades tempranas en carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), ya que sólo 35% de los estudiantes de estas carreras son mujeres.
Reimaginar. Crear una sociedad y cultura incluyente para erradicar estereotipos de género. Según la OIT, 70% de las mujeres quieren un empleo remunerado, pero sólo 45% de ellas lo tiene, comparado con 70% de los hombres.
Crecer. Facilitar el camino hacia el liderazgo aumentando la participación de las mujeres en roles de toma de decisión. Datos de Heidrick&Struggles muestran que, durante 2020, la proporción de mujeres directoras disminuyó 6%.
POR MÓNICA FLORES
PRESIDENTA DE MANPOWERGROUP LATINOAMÉRICA
*Es una de las mujeres más poderosas en México de acuerdo con la revista Forbes
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