TRES EN RAYA

La artimaña de posponer la votación de la contrarreforma

Me parece que los morenistas (salvo uno que otro despistado que no entiende bien la jugada) están felices

OPINIÓN

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Verónica Malo Guzmán / Tres en Raya / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Me parece que los morenistas (salvo uno que otro despistado que no entiende bien la jugada) están felices. Y es que mientras grupos de oposición y de la sociedad civil toman como un triunfo la postergación a abril del próximo año de la votación legislativa de la contrarreforma eléctrica, la 4T sabe que tiene nuevo tema para la campaña de López Obrador. Esto con el fin de sumar votos a favor de la ratificación —que no revocación— de su mandato, ejercicio que tendrá lugar por ahí de ese mismo mes.

Casi siempre, las cosas en estrategia política llevan un orden y esta es, además, una propuesta perversa. Iniciando con el capricho presidencial de llevar a cabo la votación de la revocación, la cual costará millones de pesos. Total, el pueblo paga. Aunque no se logre el 40% de la votación para hacer vinculante el resultado, ya podemos escuchar la cantaleta en el sentido de que la voluntad del pueblo lo apoyó (es muy probable que los votos emitidos sean a favor de que no se dé por concluida la gestión de López Obrador). Y con ese nuevo ímpetu tratarán los morenistas de lograr que se apruebe, entonces, la reforma al sector eléctrico.

En otras palabras, el dilatar la discusión de la iniciativa de reforma no solo da un respiro a la 4T; también provee una razón para seguir impulsando la campaña política de los candidatos de Morena que ya inició el tabasqueño.

Como buen populista que es, López Obrador saca la discusión de la reforma a la calle. De allí el desplegado incendiario que lanzó Morena incitando a la gente a manifestarse, así como que Mario Delgado, ahora que se reunió con el ejecutivo federal, dijo a su salida: “Yo no vi que (AMLO) tuviera alguna preocupación por la reforma eléctrica”.

Si a eso le sumamos la rendición del dirigente del PAN, Marko Cortés, aun antes de iniciar el proceso electoral del 2022, así como todos los desbarajustes y rebeliones al interior de ese y otros partidos políticos de oposición, podemos imaginarnos que el posicionamiento de Regeneración Nacional y de Presidencia para el próximo año estará más radicalizado (con mayor número de “contaminantes” y peores propuestas).

El inquilino de Palacio debe estar carcajeándose a mandíbula batiente. El mismo embajador de Estados Unidos le sirvió de coartada para posponer la discusión de su iniciativa. Lo único que tal vez no ha podido medir del todo —es complicado hacerlo— es la preocupación de nuestro vecino del norte sobre el tema de energía y las implicaciones que esto tendrá tanto en el marco del T-MEC como del medio ambiente. La carta signada por 40 congresistas de Estados Unidos, dirigida al gabinete de Joe Biden, expresando la “grave preocupación por haber excluido a compañías privadas del sector eléctrico” a iniciativa del gobierno de México, no es peccata minuta.

El ganador temporal de esta maniobra de Morena es el PRI, partido que prometió mesas de debate, y puso con ello a la coalición opositora en entredicho. Al menos lo que resta de este año, las menguadas fuerzas del PAN y del PRD no deberán temer a la traición del Revolucionario Institucional, tampoco del PRI de hacer el ridículo.

El lopezobradorismo tiene otra razón para festejar; entre la cárcel para Emilio Lozoya y el anuncio de posponer la contrarreforma, el “choque eléctrico” fue tal que nadie de la oposición o sociedad civil recordó que el día 3 se cumplió medio año de la tragedia de la Línea 12 del Metro. Con un adicional: aun posponiendo la aprobación constitucional de la iniciativa, con todas las restricciones y acciones tomadas de por sí desde la CRE, la Secretaría de Energía y PEMEX, ya se aplican de facto diversos aspectos que plantea la reforma al sector eléctrico. De muestra un botón: se frenaron las nuevas licencias para la creación de energía eléctrica a través del uso de la energía eólica y solar.

Germán Martínez, hoy senador cuasi independiente y que conoce muy bien a la 4T, comentó en el noticiero de ‘Ciro por la Mañana’ en Radio Fórmula que esta pausa en empujar la contrarreforma se da en función de las prioridades del régimen, en función de los tiempos y en función de las ventajas que esto le arrojará. Les abre un espacio para insistir en la reforma electoral para minar la autonomía del INE y terminar de militarizar a la Guardia Nacional.

Ante este escenario uno no puede más que ser fatalista respecto del futuro. Con estas propuestas y con la contrarreforma de Morena, todos perdemos.

POR VERÓNICA MALO
VERONICAMALOGUZMAN@GMAIL.COM
@MALOGUZMANVERO

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