No es nada nuevo que la Policía Municipal de Cuautitlán Izcalli, en Edomex, carece de protocolos para salvaguardar a quienes debería cuidar, como ocurrió con el fallecido actor Octavio Ocaña. Su historia debería llamar la atención hacia la capacitación que no tienen los cuerpos de vigilancia del municipio, gobernado por el morenista Ricardo Núñez.
A Ocaña lo perseguía una patrulla municipal, luego de un presunto reporte ciudadano sobre un conductor con un arma de fuego. La falta de capacitación para marcarle el alto en forma segura, en lugar de iniciar una persecución que puso en riesgo a muchos, derivó en lo que hoy sabemos.
La Policía de Núñez es la misma que disolvió, violentamente, una manifestación vecinal pacífica el 4 de agosto de 2020, cuando protestaban por el cierre de un área común en el Parque Espejo de los Lirios, predio que se agenció un particular. Sin mayor mediación, la Policía montada, a golpe de caballo, los dispersó.
Esa misma Policía y sus responsables son quienes no supieron detener el auto de Ocaña. La misma que es acusada de haberle robado una joya al actor. Un dato: el actual comisario de Seguridad de Izcalli, Rodrigo Hernández, tiene apenas 48 días al frente de la corporación. Sustituyó a Juan Daniel Ríos Garrido.
El caso Ocaña nos recuerda, también, otro de mala capacitación: el de Aliré, en Condado de Sayavedra, Atizapán. El 9 de junio de 2013, Alicia Rivera Ugalde, Aliré, salía de una visita familiar en ese fraccionamiento. Los vigilantes del residencial –de los Cuerpos de Seguridad Auxiliares del Estado de México (Cusaem) y uno de la Policía de Atizapán– abrieron fuego contra ella. La “razón”: minutos antes habían recibido un reporte de sujetos sospechosos que habrían robado en una casa, hecho que no ameritaba tirar a matar, amén de que tampoco se corroboró tal reporte.
Queda claro que las Policías municipales del Edomex, las auxiliares y muchos cuerpos de seguridad privada carecen de preparación para poder ostentar el gran privilegio de cuidar de los ciudadanos. Una pena.
SOPA DE LETRAS
Se ha notado recientemente que el trabajo coordinado del Dúo Dinámico queretano –o sea, el gobernador Mauricio Kuri y el alcalde de la capital, Luis Nava– están dando buenos resultados.
Este par, que no sólo arrasó en la elección pasada, se ha dedicado a conciencia a ayudar a las familias afectadas por la contingencia que provocaron las lluvias de hace unas semanas en aquella entidad.
Pero también se percibe una estrecha coordinación en la realización de proyectos y acciones en la búsqueda de seguir impulsando a Querétaro hacia un siguiente nivel. No cabe duda que cuando se logra hacer equipo, los mayores beneficiarios son los ciudadanos.
POR HUGO CORZO
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