El pasado 25 de noviembre, se conmemoró el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, incluyendo a las niñas.
El 25 de noviembre de 1960, fueron cruelmente asesinadas las hermanas Mirabal por el dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo, por luchar a favor de los derechos humanos. Así, para honrarlas, en 1993, la Asamblea General de Naciones Unidas adoptó la Resolución 48/104 que define este acto como " todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada".
En 1999, la Asamblea General proclamó el 25 de noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer con el objetivo de visualizar dicho fenómeno.
Las formas de violencia pueden ser múltiples y de tipo física, emocional, económica y sexual. Normalmente, dichos actos se dan en la oscuridad, porque no se denuncian, se niegan o se ocultan debido a la vergüenza y estigmatización de las víctimas, por ello, es necesario sacarlas a la luz para tomar conciencia y exterminarla.
La OMS indica que 786 millones de mujeres han sufrido violencia a manos de su pareja o de otras personas. En este marco, un nuevo estudio de Naciones Unidas (2021), señala que “una de cada cuatro mujeres no se siente segura en su casa y que 40 por ciento experimenta inseguridad al caminar por las calles por las noches”.
Además, el COVID-19 provocó el aumento de esta problemática, ya que muchas veces las mujeres y niñas se vieron a estar confinadas junto a sus perpetradores, incluso, en el estudio mencionado, se indica que una de cada dos mujeres sufrió violencia o que conoce a otra fémina que experimentó alguna forma de violencia desde el inicio de la pandemia.
Por ello, para poner fin a este flagelo, es necesario implementar políticas y programas adecuados que aborden las causas de la violencia como la discriminación social, económica y política. Un nuevo lugar de violencia es el ciberespacio y las redes sociales. Debe haber una tolerancia cero hacia la violencia contra las mujeres en el espacio digital, público y en los hogares.
Los países, gobiernos, sociedades y personas deben adoptar medidas para cambiar actitudes, mejorar el acceso de oportunidades y servicios para las mujeres y niñas; fomentar relaciones saludables, de respeto e igualdad. Así como aumentar la protección; garantizar sus derechos, combatir desigualdades económicas y sociales; ampliar el acceso a la educación e impulsar estrategias de prevención.
POR YOANNA SHUBICH GREEN
COORDINADORA DE LA FACULTAD DE ESTUDIOS GLOBALES, UNIVERSIDAD ANÁHUAC MÉXICO
CAR