EL DON DE LA FE

Santa María Magdalena en San Martín

En México a santa María Magdalena se le conoce poco, y lo poco que de ella se conoce surge de deleznables leyendas que parecen gozarse en calumniar su personalidad

OPINIÓN

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Roberlo O'Farrill Corona / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Gran santa que conoció personalmente a Jesús, conocida como La Discípula Fidelísima, es santa María Magdalena, quien en Francia, Italia, España y prácticamente en todo Europa goza de una gran devoción, pues no hay ciudad ni poblado en donde no se le haya erigido una basílica, una iglesia o alguna capilla. En México, lamentablemente no es así.

En efecto, en México a santa María Magdalena se le conoce poco, y lo poco que de ella se conoce surge de deleznables leyendas que parecen gozarse en calumniar su personalidad. Son pocas, muy pocas las iglesias que en el territorio mexicano han sido edificadas en memoria suya, una ausencia que ha provocado que prácticamente no reciba culto en México y que el día 22 de julio de cada año pase inadvertida su memoria litúrgica. Por ventura, en la localidad poblana de San Martín Texmelucan se localiza, desde 1661 un bellísimo convento que fue erigido bajo el patronazgo de santa María Magdalena, san Francisco de Asís y la Inmaculada Concepción de María, actualmente habitado y atendido por frailes franciscanos, aunque sus fundadores fueron los frailes Dieguinos.

Este convento, dedicado a María Magdalena, honra su memoria ya desde la fachada de la iglesia que, decorada en mampostería, sobre el portal de acceso enmarcado por cantera presenta un nicho que contiene la escultura de Magdalena bajo la ventana del coro. En lugar de torres, una espadaña hace repicar sus cinco campanas. Al interior, la iglesia es de planta basilical en forma de cruz latina, de una sola nave decorada con estuco y piedra aparente, con techo de bóveda de cañón y de bóvedas de pañuelo, con la gran cúpula sobre el crucero central. El retablo principal presenta al centro una hermosa escultura en madera de santa María Magdalena. La nave de la iglesia presenta varios retablos y altares laterales, todos de estilo barroco. La mayor parte de las pinturas son obra de Pedro Rafael Salazar; otras, de Juan de Villalobos; y una de ellas, en la capilla lateral, de Esteban Murillo, capilla que, dedicada hoy al Santísimo Sacramento, originalmente fue la capilla de la Tercera Orden.

El órgano, de finales del siglo XVIII, es de particular belleza por la talla en madera de su caja decorada con sirenas y ángeles, sostenida por cinco titanes bajo su balaustrada. El claustro, cuadrangular y de doble arcada, ofrece un ambiente de paz, que con su fuente revestida de talavera poblana, y rodeado por buganvilias, invita al silencio. 

En México, al peregrinar al convento en San Martín Texmelucan es posible recordar a esta gran santa y pedirle que nos despierte por el Señor un amor tan grande como el que ella tuvo por él.

POR ROBERTO O'FARRILL CORONA

MAAZ