COLUMNA INVITADA

Obama

Como Presidente, dio pasos hacia una normalización de las relaciones de EU con Cuba

OPINIÓN

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Antonio Meza Estrada / Colaborador / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

“Sí, el Nafta con México, tenemos que verlo”, fue el primer comentario que me hizo el entonces candidato a senador, Barack Obama. Era entonces octubre de 2004, en la elección donde George Bush resultó Presidente para un segundo término y Obama alcanzó el Senado.

Previamente, Obama fue senador por Illinois y activista dentro de una organización religiosa en favor de la comunidad.

La declaración de Obama fue cuando conversé con él, mientras hacía campaña dentro del Partido Demócrata, y los líderes del sindicato automotriz lo invitaron a un mitin en Detroit, donde yo era Cónsul de México.  

Me quedó claro que estaba a disgusto con el Tratado de Libre Comercio con México, aunque no tenía una posición definida. En los años posteriores, ya como Presidente, no varió significativamente la relación de socios comerciales entre ambos países.

Amén de sus posturas liberales, de destrabar la participación militar de su país en el medio oriente y en Afganistán, dio pasos hacia una normalización de las relaciones de EU con Cuba y abrió la puerta para la presencia legal de los miles de jóvenes que llegaron indocumentados con sus padres, comúnmente llamados “dreamers”.

De ese grupo de jóvenes inmigrantes indocumentados, alrededor de 900 mil se registraron y de ellos casi  90% son de origen mexicano. Bien por ellos porque pudieron entrar a la universidad, tener un empleo y acceder a la licencia para manejar. Es decir, gracias a Obama, salieron del anonimato y empezaron una vida ordinaria.

En alguna ocasión hablando ante inmigrantes que tomaban el juramento para convertirse en ciudadanos de ese país, Obama estableció el símil de la migración mexicana, con la que, procedente de Europa, llegó a Norteamérica durante el siglo XIX… sólo que, entonces llegando, les daban estatus de residentes.

Años después me encontré de nuevo con él, en una recepción oficial en México…. Le recordé el comentario y sonrió. No es lo mismo ver las cosas como candidato, que vivirlas como servidor público. 

POR ANTONIO MEZA ESTRADA

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