El país está en medio de una ola populista que va arrasando una a una con prácticas e instituciones de gobierno democrático. El partido MORENA tiene un claro carácter autoritario que pone en riesgo el presente y el futuro, sin que desde la oposición se haya alcanzado a consolidar un movimiento que detenga esta fuerza destructiva y muestre la ruta de salida.
La oposición está enfocada en encontrar al salvador, al tlatoani antipopulista, al demócrata pro-empresa, proequidad y todas las bondades que nos imaginemos. Ojalá lo encuentren, pero considero que concentrar la atención y el trabajo únicamente en la búsqueda del candidato soñado es un error estratégico. La mayor parte de la labor política debe estar orientada al aumento de la participación ciudadana y hacia el trabajo político en los municipios.
Para aumentar la participación ciudadana, los partidos políticos tienen la tarea de abrirse a la sociedad, iniciando con la apertura de sus padrones para el registro de nuevos militantes y simultáneamente renovando sus programas políticos para atraer a más ciudadanos. Una tarea abandonada por los partidos, y que urge recuperar, es invertir en la formación de nuevos cuadros de jóvenes que se convertirán en los líderes políticos de las próximas décadas.
Es en el ámbito local donde se puede vulnerar al poder populista actual. En los municipios donde los gobiernos improvisados de Morena han dado malos resultados está la tierra más fértil para el crecimiento de la oposición. Lo mismo sucede en congresos locales, mientras que en las gubernaturas está el reto de evitar que caigan en manos de MORENA con candidatos que realmente representen las aspiraciones y den cauce a las demandas de la sociedad.
Antes de 2024 hay elecciones en Estados que representan el 28 por ciento del listando nominal del país; ahí se tiene que empezar a trabajar para llegar a ese universo potencial de 26.3 millones de mexicanos. En 2022 tendrán la oportunidad de elegir a gobernadores y diversas autoridades locales un total de 11.7 millones de mexicanos en los estados de Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo y Tamaulipas.
Para 2023 serán 14.6 millones de mexicanos los que acudan a las urnas en los estados de Coahuila y Estado de México.
Cabe resaltar que uno de cada cinco mexicanos con posibilidades de votar lo harán en 2022 y 2023 en los Estados de México (12.4 millones), Oaxaca (3.0 millones) y Tamaulipas (2.7 millones).
La tarea en todo el país, y en especial en estos estados, está en ir acercando a más ciudadanos a la política, formar estructuras territoriales desde la oposición y movilizar el voto. Sumado a una buena estrategia para buscar a los mejores candidatos a gobernadores, alcaldes, legisladores y demás representantes populares. Esto sin dejar de lado la búsqueda de ciudadanos comprometidos para liderar dentro de los propios partidos políticos. La realidad exige la renovación de liderazgos en la vida política nacional. Para vencer a MORENA, hay que ir a lo local.
POR FAUSTO BARAJAS CUMMINGS
ESPECIALISTA EN INFRAESTRUCTURA
@FAUSTOBARAJAS
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