Históricamente, la Inversión Extranjera Directa (IED) se ha consolidado como uno de los catalizadores del empleo y el crecimiento económico, no obstante, también ayuda a medir la confianza de los poseedores de capital de otras naciones en territorio nacional.
Ante este panorama, destaca la posición que mantiene México en el escenario internacional, aun ante la pandemia. Los indicadores son contundentes: durante 2020, el país se colocó en el noveno lugar como captador de inversiones de otras latitudes, mientras que en 2019 ocupaba el lugar 14.
La estabilidad alcanzada no es cosa menor y es que el reporte de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) arroja que la emergencia sanitaria representó contracciones de 35% a nivel mundial en la IED, pues pasó de 1.5 a 1 billón de dólares.
México no ha sido excepción, sin embargo, diversos especialistas resaltan para bien la contención que se ha realizado por la administración de Andrés Manuel López Obrador, ya que existen ejemplos en los que relucen drásticas caídas, tal es el caso de Brasil, donde la disminución fue de 60% en captación de IED.
Al primer semestre de 2021, las tendencias parecen seguir en camino favorable. Desde la Secretaría de Economía, que lleva Tatiana Clouthier, se dio a conocer que la IED llegó a 18 mil 433 millones de dólares, lo que se tradujo en alzas de 2.6% con relación a los 17 mil 969 millones de dólares que fueron arrojados como preliminar en el mismo periodo del año anterior.
Información de la misma dependencia revela que de 2010 a 2021, en el top cinco de países que apuestan por el nuestro para dirigir sus capitales se encuentra desde luego Estados Unidos, seguido de España, Canadá, Japón y Alemania.
En particular hay que destacar la persistencia del estado alemán por invertir en México, ya que financia en 70% el proyecto que Gas y Petroquímica de Occidente (GPO), de Arturo Moya Hurtado, busca instalar en Topolobampo, Sinaloa. Se trata de una planta de fertilizantes con la que se producirían hasta 800 mil toneladas del insumo, luego de dirigir al municipio unos 25 mil millones de pesos en la primera etapa, monto que escalaría a 100 mil millones de pesos con la culminación de todo el complejo, mismo que constaría de tres plantas en total.
Con miras a dar paso a su edificación, para la compañía ha sido fundamental avanzar con legitimidad, apego a la legalidad y en cumplimiento de la protección del medio ambiente, así como la planificación de acciones para el desarrollo de la comunidad. Es por ello que han aplaudido el esfuerzo de la Secretaría de Gobernación, ahora al mando de Adán Augusto López, para conocer la opinión poblacional en torno al proyecto, y es que el subsecretario de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos, Rabindranath Salazar, ya expuso los fechas para llevar a cabo una consulta popular el próximo 28 de noviembre.
Entre el 22 y 24 del mes se programan 11 asambleas informativas, mientras que los tres días posteriores darán lugar al análisis y reflexión, al tiempo que se capacitará a los 100 funcionarios de casilla que se posicionarán en las 30 mesas disponibles para los ciudadanos. El objetivo, de acuerdo con las autoridades, es dar cabida a un proceso imparcial en el que se recoja el sentir de la población. Enhorabuena por las inversiones.
Cash
Quienes prefirieron optar por otras formas de financiamiento para poder participar en el pasado Buen Fin, fueron las pymes de la industria textil y el sector juguetero del país.
Y es que de acuerdo con Fondimex, la plataforma digital de financiamiento para empresas mediante la venta de sus facturas por cobrar, las empresas de los sectores de productos textiles y juguetes, se prepararon para el Buen Fin a través del factoraje.
Francisco Reséndiz, cofundador y líder de operaciones de la startup, dice que muchas pymes de estas industrias se anticiparon poniendo sus facturas por cobrar de por medio para financiar sus inventarios y llegar con producto para uno de los periodos más redituables en ventas para las empresas y comercios de México, es por eso que notaron un incremento de hasta 40% de solicitudes de factoraje en semanas previo al Buen Fin.
POR MILÉN MÉRIDA CASTRO
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MAAZ