A partir de 1977, año en que se aprobó la reforma política que dio apertura a la competencia partidista, hasta la más reciente reforma político-electoral de 2020 sobre paridad de género, México, como democracia, ha vivido distintas modificaciones a su marco constitucional y legal, cada una de las cuales buscó atender legítimos reclamos democráticos.
De ahí la importancia de las reformas en esta materia, las cuales son el vehículo de profundos procesos democráticos que progresivamente llevaron a la transformación del régimen autoritario de un partido hegemónico a una democracia incluyente, del pueblo y para el pueblo.
En particular, en la Ciudad de México seguimos consolidando la reforma política que le heredó su carta magna, bajo una perspectiva de derechos y enfocada en la ciudadanía y su representación plena en los órganos de toma de decisiones y en la vida pública.
Es en esta etapa del proceso democratizador de la capital del país que se da la instalación de la Comisión de Asuntos Político-Electorales del Congreso local, la cual tengo el honor de presidir. Dicha comisión está integrada por cuatro diputados y cinco diputadas de todos los grupos parlamentarios, reflejando la pluralidad política del mismo órgano legislativo capitalino.
En ese sentido, de cara a la próxima reforma político-electoral, es indispensable tener claridad respecto a los problemas que se buscan atender para seguir construyendo nuestra democracia local.
Sin duda, las iniciativas de reforma que se presenten tendrán una relevancia central en el debate legislativo, pues deberán ser analizadas con la mayor responsabilidad para identificar sus ventajas y desventajas, pero, sobre todo, para garantizar los derechos político-electorales de la ciudadanía.
Hasta el momento sabemos de iniciativas en la materia cuya presentación se ha anunciado en la Cámara de Diputados y en el Senado: la del presidente Andrés Manuel López Obrador, y las demás de distintas fuerzas parlamentarias.
Dichas iniciativas de reforma a nivel federal buscarán limitar los gastos en la realización de elecciones, acotar los recursos partidistas, valorar la disminución de escaños de representación proporcional, así como redefinir las atribuciones del Instituto Nacional Electoral, entre otras modificaciones.
En ese sentido, a nivel local, estaremos revisando a detalle todo el proceso que en lo federal se perfila en torno a las propuestas de reforma político-electoral para armonizar nuestra legislación.
Además, impulsaré una agenda de inclusión plena a los grupos de atención prioritaria en la vida pública de la Ciudad de México, promoviendo su representación proporcional, tanto en concejalías como en escaños del Congreso.
Les invito a dar seguimiento a las labores legislativas de la Comisión de Asuntos Político-electorales, cuya dirección es mi nueva encomienda en el Congreso capitalino.
POR TEMÍSTOCLES VILLANUEVA RAMOS
DIPUTADO LOCAL DE MORENA
@TEMISTOCLESVR
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