El proceso para la realización del ejercicio de revocación de mandato ya comenzó, el periodo de captación de firmas comprende del 1 de noviembre al 25 de diciembre de 2021. Pero este proceso -como en las relaciones- desde su origen nos ha dejado ver algunas banderas rojas, líneas que ponen sobre aviso lo que se avecina; estas pueden ser aceptadas o ser motivo de intensos debates. Aquí te comparto algunas de esas red flags:
La pregunta
Inicialmente, la pregunta versaba sobre una continuidad, el bloque opositor se mostró en contra ya que desvirtuaba el derecho ciudadano plasmado en el art. 35 de la Constitución, de “revocar” el mandato. Los senadores Dante Delgado, Miguel A. Mancera, Claudia R. Massieu, Damián Zepeda, Ricardo Monreal y Nestora Salgado realizaron propuestas; algunas incluyendo el término “pérdida de confianza” y en el caso de Morena un fraseo que aludía a una ratificación.
Platicando con un amigo sobre otros procesos en Latinoamérica, comentabamos los casos de Bolivia, Chile y Guatemala, en donde más allá de si se votaba por el SÍ o por el NO, lo importante era que la esencia de la revocación estuviera presente.
Finalmente, el INE emitió los lineamientos y aprobó la pregunta que incluía ambos supuestos. Coincido con Luis Carlos Ugalde cuando señala que “la pregunta contamina la consulta, pues tener una pregunta en dos partes da pie a usar una de las partes para promover una causa” y eso es justo lo que está sucediendo.
La campaña
Otra bandera roja se izó con el inicio de una campaña que hace un llamado a firmar para que inicie el proceso de “ratificación”, esta situación ha dado pie a la confusión por parte de algunos ciudadanos que creen que los formatos están equivocados y que el INE los va a utilizar en contra, aun cuando así se denomina el mecanismo. Como menciona Santiago Nieto, “no puede plantearse ex ante sino ex post” y el resultado sobre si se revoca o se ratifica lo dará la consulta.
Ver el término “ratificación” preocupa, pues se ha utilizado por dictadores latinoamericanos para perpetuarse en el poder incrementando su posicionamiento, cuando este no debe ser un mecanismo para evaluar la popularidad sino una herramienta de la oposición o la ciudadanía ante una crisis política.
La consulta
El ejercicio se llevará a cabo el próximo 10 de abril de 2022, sin embargo, ante el recorte presupuestal de alrededor de 5 mil millones en el PEF, el INE ha manifestado que podría impugnar ante la SCJN al estar imposibilitado para llevar a cabo dicha consulta, la cual requiere 3 mil 800 millones para cumplir con el número de casillas programado.
Los ataques reiterados al INE y a su titular debilitan al árbitro encargado de llevar a cabo la consulta de revocación y se corre el riesgo de una regresión democrática.
Conclusiones
Muchos estamos a favor de este mecanismo de democracia participativa pero, al ver el término ratificación, no puedo evitar pensar en un texto de Fernando Vázquez Rigada: “Las grandes tragedias humanas tienen un principio y un final común. El principio: la incredulidad. El final: la tristeza, la culpabilidad. A veces, la vergüenza.
En el caso de Venezuela, el segundo referendum se realizó cuando ya se habían apoderado de las instituciones electorales, derivado del fraude electoral, la Asamblea Nacional Constituyente y la Constitución carecían de legitimidad y también el segundo mandato de Chávez.
El 19 de marzo de 2019 el Presidente firmó una carta de no reelección, “nunca, bajo ninguna circunstancia intentaría perpetuarme en el cargo…” como ciudadanos, solo esperamos que las acciones no perfilen otro rumbo.
LA FORMA ES FONDO
POR: ALEJANDRA CERECEDO CONSTANTINO
Asesora en el Senado de la República
SIGUE LEYENDO
DRV