Como en una sinfonía que inicia con un andante con moto, el presidente López Obrador aprovechó ayer su conferencia matutina para, antes de llegar a Washington a la reunión bilateral con Joe Biden, establecer el ánimo con el que quiere sentarse a la mesa para hablar de energía. Para ello envió un mensaje central a Estados Unidos, donde Biden acaba de promulgar la Ley de Infraestructura que tiene como componente central un presupuesto de Dlls. $350 mil millones para eliminar daños medioambientales. Para Biden esto es prioritario.
Y, ¿cuál es el mensaje de AMLO para Biden? Que la agenda energética de México y su reforma eléctrica empatan con las prioridades de la Casa Blanca en materia ambiental: no hay en México proyectos para plantas eléctricas de combustóleo o carbón, dijo ayer; y lo único que quiere el gobierno mexicano es remodelar las centrales hidroeléctricas viejas que tienen turbinas obsoletas. Además, las refinerías se están acondicionando para reconvertir combustóleo en gasolina. En pocas palabras: México no será un agente contaminante cuando se hable de generación eléctrica. AMLO hasta presumió que construirá un parque solar en Sonora.
Si bien en la agenda central de la reunión entre los Presidentes no está el sector energético, sí está la competitividad de Norteamérica. Y la competitividad integrada sólo es posible si el sector energético de la región opera bajo los mismos estándares. Por eso a AMLO le ha urgido desde hace algunas semanas enviar constantes señales desde su conferencia matutina en el sentido de que su política energética no incluye la cancelación de los contratos otorgados a empresas privadas del sector, y de que México es amigable con el medio ambiente.
Esta mañana, el presidente Biden estará en Michigan, para inaugurar la renovada planta de vehículos eléctricos Detroit-Hamtramck, de General Motors, donde se espera que hable de la habilitación de 500 mil estaciones de carga de energía eléctrica para los vehículos del futuro.
¿Convencerá AMLO a Biden de que México puede ser su aliado para una economía competitiva? Ello dependerá de si la agenda energética de México empata con la estadounidense, y si los argumentos de AMLO para que se apruebe su reforma eléctrica son sólidos. Pero será complejo, porque el eje de su política es hacer dominantes a la CFE y a Pemex. En adición, México no tiene nada que ofrecer para la manufactura de componentes para autos eléctricos; mientras en EUA ya hay fábricas enteras ensamblando estos vehículos desde hace meses. Qué difícil.
MAZDA
El lanzamiento del muy bello y completamente renovado CX-50 será primero en Estados Unidos y Canadá en 2022; y se espera que para 2023 ocurra en México. Es un vehículo orientado a impulsar un estilo de vida con actividades al aire libre. Se fabricará en Alabama.
POR CARLOS MOTA
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