COLUMNA INVITADA

Presupuesto e inversión

El país requiere más inversión, pero el gobierno no la está permitiendo en dos sentidos. Primero, se ha encargado de ahuyentarla con la cancelación de proyectos públicos y privados. Segundo, el gobierno cada día invierte menos

OPINIÓN

·
Fausto Barajas / Colaborador / Opinión El Heraldo de México

El país padece por la falta de inversión, pero el gobierno no la impulsa desde el gasto público ni tampoco propicia las condiciones para que la iniciativa privada lo haga.

A partir de la elección de 2018, el Índice de Inversión Fija Bruta mantuvo una tendencia a la baja, cayendo 17 por ciento antes del confinamiento de marzo de 2020, para acumular una caída posterior de hasta 45 por ciento a mediados de ese año. El rebote natural del índice ya se dio, pero al mes de agosto de 2021 sigue estando 11 por ciento por debajo de los niveles de junio de 2018.

El país requiere más inversión, pero el gobierno no la está permitiendo en dos sentidos:

Primero, se ha encargado de ahuyentarla con la cancelación de proyectos públicos y privados, además de generar incertidumbre con acciones como la iniciativa de reforma eléctrica que el Ejecutivo envió al Congreso, poniendo en riesgo la viabilidad de desarrollo del país en el mediano y largo plazos.

Segundo, el gobierno cada día invierte menos. La inversión pública ha pasado de representar el 24 por ciento del gasto hace una década a solo el 19 por ciento propuesto por el presidente para 2022.

La siguiente semana la Cámara de Diputados debe aprobar el Presupuesto de Egresos de la Federación 2022. Si lo hace en los términos que lo envió el Ejecutivo, no se puede esperar un cambio positivo en la inversión ni en el crecimiento económico.

A continuación, algunos datos entre los presupuestos 2012 y 2022 que son de preocupación:

  • La inversión en educación pública, que en 2012 alcanzó casi 16 mil millones de pesos, será 94 por ciento inferior en 2022 para ubicarse en solo 935 millones de pesos. Esto significa deterioro para las escuelas, falta de adaptación de estas en medio de una pandemia y reducción en el aprovechamiento de los niños y jóvenes del país.
  • La inversión en comunicaciones y transportes en 2012 se ubicó en 105 mil millones de pesos y para 2022 se prevé que sea 50 por ciento menor, para ubicarse en 53 mil millones. Esto repercute en la economía, porque la falta de infraestructura competitiva en carreteras, puertos y aeropuertos dificulta la logística de todos los productos y los encarece para el consumidor.
  • La inversión en el sector salud se ubicó en 6 mil 600 millones de pesos en 2012 y para 2022, a pesar de vivir una pandemia, será 9 por ciento menor para ubicarse en 6 mil millones de pesos.
  • La inversión en el sector de medio ambiente y recursos naturales, que incluye todo lo relativo a agua potable, drenaje y saneamiento se ubicó en 49 mil millones en 2012, pero en 2022, la propuesta del ejecutivo es 54 por ciento menor con solo 23 mil millones de pesos. Recortar la inversión en infraestructura de agua potable significa negar la oportunidad de un futuro mejor a millones de mexicanos, lejos del discurso de igualdad que se pregona en Palacio Nacional.

Ayer el presidente se presentó ante el Consejo de Seguridad de la ONU para dar al mundo lecciones de combate a la pobreza. Pero en casa no ha demostrado capacidad de gestión ni voluntad para presentar un presupuesto que permita alcanzar metas de crecimiento y desarrollo elementales.

POR FAUSTO BARAJAS CUMMINGS 
ESPECIALISTA EN INFRAESTRUCTURA 
@FAUSTOBARAJAS

CAR