De acuerdo con mis amigos banqueros, la salida de Juan Pablo Graf de la Presidencia de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) no sorprendió a nadie. Hace meses se rumoraba que el secretario de Hacienda Rogelio Ramírez de la O quería hacer ajustes en los órganos regulatorios y fortalecer a su equipo.
Lo que sí sorprendió entre los banqueros fue la llegada de Jesús de la Fuente, un académico que, según fuentes, conoce sólidamente los aspectos normativos y los libros que están detrás de la regulación bancaria (de hecho, es autor de varios), pero sin tener prácticamente experiencia operativa. Será un regulador de escritorio y su éxito dependerá del equipo operativo del que se rodee, me dicen.
Algo que generó mucha extrañeza fue el tono al nombrarlo. Por un lado, se enfatizó que fue el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien hizo el nombramiento, haciendo casi a un lado al secretario Ramírez de la O. Y por otro lado, resultó sorprendente que se acentuara tanto el tema de la supervisión, las sanciones, la prevención y la tolerancia cero a los abusos en la banca, como si fueran cosa común o un problema grave a resolver.
México no atraviesa un problema con sus instituciones bancarias, que se encuentran sólidamente capitalizadas con un índice de alrededor de 18 por ciento. Casos como los de Famsa o Accendo son absolutamente marginales y hasta esperados en bancos que no logran definir adecuadamente sus mercados meta. Por eso sorprendió el tono del nombramiento de De la Fuente.
Muchos banqueros opinan que el mercado mexicano es tan grande que, en lugar de 49 instituciones, deberíamos contar con hasta 60 o 70 bancos en el sistema. Ello sería posible si los estrategas de bancos pequeños afinaran adecuadamente sus estrategias para no competir contra los bancos grandes, y si supieran enfocarse en nichos particulares. Pero desafortunadamente ese no es el caso en este momento, por lo que más bien la industria continuará consolidándose y es probable que veamos la adquisición de uno que otro banco a partir del próximo año, lo que podría arrojar una disminución del número absoluto de jugadores en la industria.
Lo que es un hecho es que el equipo financiero se va haciendo cada vez más compacto en Hacienda, no sólo por la llegada de De la Fuente, sino también por el arribo reciente de Lucía Buenrostro a la vicepresidencia de política regulatoria. Lucía es hermana de Raquel, la jefa del SAT, y su nombramiento es clave para el diseño futuro de toda la regulación bancaria.
OXXO
Oxxo retomó la apertura de tiendas en el tercer trimestre del año. En este momento ya debe rebasar cómodamente las 20 mil unidades. La fórmula de Eduardo Padilla, CEO de Femsa, para recuperarse tras la pandemia, le ha puesto de nueva cuenta en posición privilegiada para seguir solidificándose en 2022.
POR CARLOS MOTA
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