Nuevamente, México rezagado. Mientras la noticia de hace una semana activó a todas las agencias sanitarias del mundo y a los sistemas de compras gubernamentales, en nuestro país prácticamente no se ha mencionado nada sobre el nuevo fármaco molnupiravir de los laboratorios Merck, Sharp & Dohme y Ridgeback Biotherapeutics. Este fármaco es, hasta el momento, el medicamento de investigación más avanzado específicamente para el tratamiento del COVID-19.
Esta nueva medicina es al COVID-19 lo que el Tamiflú contra la influenza. Pero tristemente el gobierno aquí no tiene prisa.
Entretanto, en todo el mundo se pusieron a trabajar. La empresa MSD ya llegó a un acuerdo con Singapur, por ejemplo, para proveer el molnupiravir suficiente una vez que sea aprobado. La firma solicitó a la Food and Drug Administration autorización para uso de emergencia, mostrando sus resultados clínicos, que arrojan 50 por ciento menos hospitalizaciones y muertes en pacientes contagiados con COVID-19. Una vez que esas autorizaciones estén dadas, en estos días, el fármaco llegará a Singapur.
Y no es el único país. En Canadá, por ejemplo, la Agencia de Salud Pública reveló desde el día del anuncio de Merck, hace una semana, que ya se habían sometido las solicitudes de aprobación para revisar los datos clínicos y evaluar una pronta autorización. A su vez, la European Medicines Agency dijo el martes pasado que ya considera el lanzamiento de esta píldora mientras recaba los primeros datos clínicos de su uso. De igual forma, Reino Unido ya está considerando todas las opciones para la adquisición de este tipo de fármacos promisorios.
Pero en México hay silencio. Ni el secretario de Salud, Jorge Alcocer, ni Hugo López-Gatell, ni el titular de Cofepris, Alejandro Svarch, han hecho declaraciones públicas sobre la postura oficial del gobierno mexicano en relación con los resultados revelados en esta ocasión por parte de la farmacéutica. Pareciera como si toda la estrategia de vacunación fuese lo único que importa frente a la enfermedad, y no una concepción holística del problema, que debería incluir los tratamientos científicamente probados que van apareciendo.
Y luego Merck Sharp & Dohme (MSD) no ayuda mucho. Si bien la empresa, que aquí dirige Carlos Annes, dio a conocer su boletín al alimón de la corporación cuando se supieron los resultados de la investigación sobre el nuevo medicamento, no se ha notado mucho su liderazgo público. Y lo cierto es que es un gran fármaco.
México está rezagado. Y mientras el mundo avanza, aquí las discusiones regurgitan sobre los mismos temas. Una tristeza.
DIEGO SINHUE
La verdad el gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue, se anotó un diez con la realización esta semana de la feria Industrial Transformation México. El país no puede perder su posicionamiento en materia de manufactura.
POR CARLOS MOTA
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