MALOS MODOS

Algunas preguntas sobre la corrupción

Digamos que era sensato destrozarlo todo en nombre de la causa suprema y dejarnos más pobres y más enfermos que nunca...

OPINIÓN

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Julio Patán / Malos Modos / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

Aceptemos que valía la pena condenar a cientos de niños con cáncer para erradicar una corrupción que, por otro lado, no terminan de documentar. Y no sólo a los niños con cáncer: el sexenio arrancó entre las protestas de las personas con VIH, porque no había anti retrovirales. Más ampliamente, digamos que valía la pena desbaratar todo el sistema de adquisición de medicamentos y dejar a los hospitales sin una aspirina o un cubrebocas, en plena pandemia, en nombre de una lucha contra la corrupción, que tampoco ha terminado con gente procesada o así.

Digamos que valía la pena, antes, clausurar Texcoco por lo mismo: luchar contra una corrupción de la que, tres años después, no hay una evidencia. Digamos que valía la pena, en nombre de esa lucha, ahuyentar la inversión y luego gastarte una fortuna en un aeropuerto con cerros y mamuts, a dos horas en micro.

Digamos, y es muchísimo decir, que, en efecto, la reforma eléctrica anterior no fue más que una forma jurídica de institucionalizar la tranza, cosa que tampoco está ni cerca de ser evidente. Y digamos enseguida que el único antídoto a esa corrupción es crear un monopolio paraestatal y ponerlo en manos de Manuel Bartlett. Sí: Bar-tlett.

Digamos que la respuesta a la corrupción que nos acogotaba era un tsunami de asignaciones directas, desaparecer todo órgano externo de supervisión y confiar sin parpadeos en la palabra del Presidente.

Digamos pues que, contra toda evidencia, lo dicho hasta aquí no es un atentado contra el sentido común. Digamos, vaya, que era sensato destrozarlo todo en nombre de la causa suprema y dejarnos más pobres y más enfermos que nunca, pero más honestos. Digamos.

¿Y la rehabilitación del hijo de Bartlett, luego del abuso con los ventiladores? ¿Y la Línea 12? ¿Y el silencio en torno a Ana Gabriela Guevara? ¿Y Pío, que si acaba sentenciado será por los órganos independientes que tanto alucina el Presidente? ¿Y Martín Jesús recibiendo otra lana? ¿Y lo del Sistema Nacional de Investigadores para Gertz? ¿Y las “cooperachas” de Delfina? De los negocios farmacéuticos de Carlos Lomelí, ¿hay noticias?

 ¿Y de los dineros de Jóvenes que fueron a dar a empresas que no aparecen por ningún lado? ¿Y de la triquiñuela de usar a 300 mil de esos becarios para chambas del gobierno? ¿Y los casi 600 millones en pagos chocolatos en el programa de adultos mayores? Pero no vayamos tan lejos. Sólo esta semana, supimos que el SNI le cayó a Gertz no por una, sino por dos obras plagiadas, y, sobre todo, por una investigación de emequis, que los gobiernos federal y chilango le dejaron ir 37 millones de pesos, para armar “eventos”, a una red de empresas sin domicilio real ni teléfono.

Si pregunto es, en fin, porque, para acabarla de joder, ya se fue medio sexenio y como que nos andan quedando a deber, ¿no, amigues?

POR JULIO PATÁN

JULIOPATAN0909@GMAIL.COM 

@JULIOPATAN09

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