COLABORADORA

El pleito con la historia

El gobierno busca distorsionar el pasado, a fin de distraer la conversación sobre los problemas de los ciudadanos 

OPINIÓN

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Mariana Gómez del Campo / Colaboradora / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

El Presidente y su partido prometieron que al llegar al gobierno trabajarían para preservar la democracia y mejorar el país para todos los mexicanos. Utilizaron un discurso engañoso de la historia nacional para justificar un proyecto que no refleja las preocupaciones de la gente, aún cuando los ciudadanos querían la alternancia y confiaron en ellos para solucionar los problemas que nos afectan a todos.

Llevamos tres años, más de la mitad de la presidencia de López Obrador y no hay un logro significativo, únicamente la destrucción de instituciones, el intento de cooptarlas, corrupción de sus más cercanos, legitimación de dictaduras, entre muchos desastres más. Actualmente, Morena sólo es capaz de repetir el mismo discurso de polarización, resentimiento y, por qué no decirlo, de complejos.

Un claro ejemplo es la Ciudad de México, en donde la jefa de Gobierno que sólo acata las órdenes del inquilino de Palacio Nacional, lleva una gestión lamentable al frente de la capital, con crimen organizado desbordado, un Metro colapsado, empezando por el incendio del centro operativo de la Línea 1, los choques entre vagones, las constantes inundaciones y la tragedia por negligencia y corrupción en la Línea 12, y que al día de hoy no hay responsables. La izquierda obradorista pretende distraer la conversación con pleitos ideológicos, divisorios e inútiles sobre la historia nacional.

Haber quitado la estatua de Cristóbal Colón de Paseo de la Reforma es un intento burdo de querer cambiar la historia, es un discurso de división que no hace más que crear un sentimiento equivocado. Pretender ideologizar la situación indígena con la frase “quinientos años de resistencia” fomenta la confrontación, con un sin fin de manipulaciones de los acontecimientos que, a final de cuentas, ocurrieron hace cientos de años.

Actualmente, estos temas culturales han tomado relevancia, pues si bien son importantes, el gobierno actual pretende distorsionar el pasado utilizándolo para su conveniencia, a fin de distraer la conversación de los problemas que hoy enfrentan los ciudadanos en su día a día. El ejemplo más claro de esto son las disculpas exigidas por el Presidente a España, por “la conquista”, al mismo tiempo que el país se destruye, la economía se colapsa, el sistema de salud está en crisis y no hay inversión ni trabajo para los mexicanos.

Lo cierto es que el proyecto de Morena, que hoy se desmorona, está constantemente en conflicto con la historia y la realidad que hoy tenemos en el país. Existe un esfuerzo constante por manipular y ajustar el pasado para la narrativa coyuntural del presente y la destrucción cultural de los sucesos que no favorezcan la propaganda oficial. Evidentemente fracasan y lo seguirán haciendo pues la realidad siempre les cobra factura y mientras ellos insisten en pelearse con un enemigo inexistente, los mexicanos continuarán exigiendo respuestas a los problemas que los angustian y requieren soluciones prontas y eficientes, antes de que ocurran más tragedias. A este gobierno sólo le importa el pasado, y el futuro de miles de mexicanos lo está destruyendo en aras de sus complejos.

POR MARIANA GÓMEZ DEL CAMPO 

SECRETARIA DE ASUNTOS INTERNACIONALES DEL CEN DEL PAN

@MARIANAGC 

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