COLUMNA INVITADA

Ifigenia

El Senado de la República reconocerá a una mujer patriota, brillante, disciplinada y generosa, además de alegre

OPINIÓN

·
Emilio Suárez Licona / Columna Invitada / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Como cada año, desde 1954, el 7 de octubre tendrá verificativo la entrega de la Medalla Belisario Domínguez del Senado, máxima condecoración conferida a “los hombres y mujeres mexicanos que se hayan distinguido por su ciencia o su virtud en grado eminente, como servidores de nuestra patria o de la humanidad”, como lo estableció el presidente Adolfo Ruiz Cortines en 1953 .

Para la edición 2021, la Junta de Coordinación Política del Senado acordó, por segunda vez en la historia de este reconocimiento, otorgar la distinción a dos mexicanos excepcionales: la senadora Ifigenia Martínez y, en condición post mortem, al Dr. Manuel Velasco Suárez. En esta ocasión, vale la pena hacer un reconocimiento a Ifigenia Martínez, una mujer que ha dedicado su vida al servicio de México y a sus causas más nobles desde diversos ámbitos de la esfera pública.

Como parte de su formación académica, la actual senadora estudió la licenciatura de Economía en la UNAM, y fue la primera mexicana en obtener un posgrado en Economía en la Universidad de Harvard. De igual manera se ha desarrollado de forma destacada en el ámbito académico, como catedrática en el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos y cofundadora y miembro activo de la Academia Mexicana de Economía Política.

Fue la primera mujer en dirigir la Facultad de Economía de la UNAM, en donde se desempeñó como titular de la cátedra de Finanzas Públicas, escribió múltiples artículos de investigación y publicó seis libros, ello le ha valido para ser considerada una de las diez intelectuales más importantes de América Latina. Desde la administración pública, logró construir una trayectoria muy sobresaliente y admirable, siendo una de las primeras mexicanas en ostentar cargos de alta responsabilidad.

Por mencionar algunos, en 1966 encabezó la Oficina de la Presidencia de la República como jefa Económica y fue subsecretaria de Descentralización Administrativa de la Secretaría de Hacienda. Durante esa etapa de su vida, doña Ifigenia trabajó y aprendió de personajes de la talla de Jaime Torres Bodet y Antonio Ortiz Mena.

Su instinto revolucionario y la fortaleza de sus convicciones personales y políticas provocaron que doña Ifigenia tuviera dos desencuentros con el oficialismo, en 1968 fue una de las principales defensoras de la UNAM tras la irrupción del Ejército a Ciudad Universitaria, y posteriormente, en 1987, emprendió junto a Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo una lucha al interior del PRI por la democratización de dicho instituto político, resultando en su expulsión para posteriormente fundar el PRD.

En esta ocasión, el Senado reconocerá a una mujer patriota, brillan - te, disciplinada, generosa y alegre. La historia de la izquierda mexicana y la lucha por la consolidación democrática no se entenderían de la misma forma sin las aportaciones de doña Ifigenia Martínez, una mujer que rompió cadenas y logró abrirse paso en un mundo predominado por los hombres, teniendo siempre como su objetivo más noble el servir a nuestro país y trabajar por el bien - estar de los millones de mexicanos.

POR EMILIO SUÁREZ LICONA
CONSULTOR Y PROFESOR DE LA UNIVERSIDAD PANAMERICANA
@EMILIOSL

MAAZ