Sin duda el sector que ha apuntalado la recuperación de la economía en estos meses ha sido la manufactura.
La fuerte demanda de productos en Estados Unidos ha permitido que muchas fábricas hayan regresado a los niveles de actividad que había antes de la pandemia, sin embargo, ese sector encara retos para seguir atrayendo inversiones, entre ellos, avanzar hacia mayores estándares de sustentabilidad, con acceso a fuentes de energía limpias, pero también de adaptarse a procesos de automatización.
Fíjese que en el marco del Foro Económico Mundial de Davos, y de la mano del análisis de la consultora McKinsey & Company una planta mexicana se acaba de sumar a las factorías que conforman el Global Lighthouse Network.
Me refiero a la fábrica de la alemana Henkel, en Toluca, dedicada a la producción de adhesivos y detergentes, que alcanzan estándares que se definen como de Cuarta Revolución Industrial (4RI) que no es otra cosa que operar con grandes eficiencias cuidando al máximo su impacto al medio ambiente.
En el mundo sólo unas cuantas plantas han logrado esa distinción, y la factoría ubicada en el Estado de México se suma a 21 plantas más que han conseguido altos niveles de productividad apoyadas en tecnologías avanzadas como la robótica y la inteligencia artificial en la cadena de producción.
Estamos hablando de un complejo que Henkel opera desde 1970 y que ha podido transformarse a partir de la transparencia de los datos y la disponibilidad para reducir los costos de procesamiento en 15 por ciento; el consumo de energía 14 por ciento, y mejoras en la productividad que alcanzan 90 por ciento.
Como le digo, el análisis de McKinsey se basa mucho en el consumo de energía y de emisiones de CO2, algo que llegó para quedarse ante la inquietud que existe en torno a los impactos del cambio climático en la economía, y donde todo indica que las nuevas inversiones irán hacia países que apoyen las energías limpias.
La red de Lighthouses sólo tiene un puñado de fábricas en el planeta, actualmente son 90 sitios que sirven de modelo para la transformación industrial y entre ellas están la planta de Ericsson en Lewisville; la de Schneider Electric, en Lexington; la de Johnson & Johnson, en Londres, o la de la AUO, en Taichung; Foxcon, en Wuhan y Unilever, en Taicang, entre otras.
LA RUTA DEL DINERO
Nos comenta el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), que dirige Zoé Robledo Aburto, que desde este año realiza actos de fiscalización a las empresas Decoaro y Supervisión, Gott Und Glük y Privado Institucional, además ha colaborado con la Secretaría del Trabajo y la UIF para evitar la evasión en el pago de cuotas obrero-patronales. Por ello, las tres empresas cuentan con opinión de cumplimiento negativa. El Instituto agregó que ningún funcionario público de esta administración tiene alguna relación con las firmas fiscalizadas.
POR ROGELIO VARELA
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