Llegó la hora de la verdad. Es el momento del proyecto emblemático del presidente Andrés Manuel López Obrador, el aeropuerto internacional Felipe Ángeles (AIFA), de Santa Lucía. Arribó la fecha en la que las líneas aéreas comerciales deben programar sus vuelos, hacer públicos sus itinerarios, revelar precios, y mostrar el grado de factibilidad para que, bajo las condiciones actuales, la gente empiece a volar desde ahí.
Volaris, de Enrique Beltranena, eligió ser la compañía que primero se lanzará a la piscina. Pero lo hizo con meticulosidad al anunciar las primeras rutas entre ese aeropuerto y dos destinos que no fallan: Cancún y Tijuana.
La firma hizo mucho énfasis en que dichas rutas estaban orientadas al mercado de pasajeros que había identificado en las “zonas aledañas” al aeropuerto: cinco millones de personas alrededor del AIFA. Claramente esa no es la dimensión en habitantes de toda la Ciudad de México.
¿Qué significa eso? Sencillo: que el mercado identificado está compuesto por los habitantes de Ecatepec o Coacalco, entre otras poblaciones.
Bajo las condiciones actuales; es decir, sin un tren veloz que conecte al Centro de la Ciudad de México con ese aeropuerto, y sin vías habilitadas exprofeso para acceder desde la capital, Santa Lucía es un aeropuerto local.
Tan sólo Ecatepec cuenta con un millón 645 mil habitantes; mientras que Coacalco se acerca a los 300 mil y Tultepec otros 157 mil. Sumando municipio tras municipio aledaño, Volaris debió llegar a su cifra.
Pero para los habitantes de la CDMX, el AIFA no tendrá fácil acceso, al menos en el inicio. Los 46 kilómetros que separan a ese aeropuerto con el Centro Histórico de la Ciudad son casi el doble de los que separan a Heathrow del centro de Londres; y más de dos veces la distancia que debe recorrerse entre Newark y el Empire State, en Nueva York. Y a esa comparación, en la que el AIFA sale perdiendo por lejanía, habría que añadir que muchas grandes urbes del mundo cuentan con trenes rápidos que conectan en menos de media hora a sus aeropuertos con la ciudad. En cambio, del AIFA al Zócalo el promedio en tiempo de traslado será de una hora 20 minutos. Por eso el mercado es el aledaño.
CITIBANAMEX
El banco que dirige Manuel Romo aseguró ayer que de los 531 mil millones de pesos que tiene en su cartera de crédito, 43 por ciento es financiamiento a familias y 57 por ciento a empresas. Dijo que del crédito a las familias, la mayor proporción es vía tarjeta de crédito, pero que el saldo de ese segmento ha bajado siete mil millones de pesos en el último año.
POR CARLOS MOTA
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