COLUMNA INVITADA

El abogado preparado para la sociedad

Requieren una formación acorde a los sistemas jurídicos en que se desenvuelven, y tener actitud

OPINIÓN

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Enrique Quiroz Acosta / Colaborador / Opinión El Heraldo de México/Créditos: Especial

El estudio y la preparación del abogado siempre es materia de opinión y claro, de debate. Las instituciones jurídicas evolucionan en función de las sociedades y los Estados. Situaciones, complejidades y necesidades van configurando las normas a partir del Estado de Derecho.

Los que ejercen la profesión de abogado requieren la preparación acorde a los sistemas jurídicos en que se desenvuelven. No se trata de una moda sino de contar con la actitud, conocimientos y destrezas necesarias para resolver los problemas de la sociedad y el Estado de que trate.

Es cierto que cada vez son más las especialidades y las materias específicas y, por lo tanto, los abogados requieren a su vez especializarse en materias concretas. Desde hace un siglo, sin duda, se requiere ya en la tarea directa, cotidiana y de resolución específica de abogados civilistas, mercantilistas, penalistas o laboralistas. Nosotros agregaríamos amparistas (incluyendo constitucionalistas) así como agraristas, administrativistas, fiscalistas y corporativistas. Pero además, en las últimas décadas ambientalistas y, por otro lado, especialistas en otras materias como derecho aéreo y espacial. El énfasis en derechos humanos y la inclusión del derecho indígena es indudable.

Todo lo anterior, lo recogen con acierto diversas instituciones de educación superior en planes y programas de estudio. Claro que las mallas curriculares y los énfasis siempre serán discutibles, incluyendo la orientación hacia determinadas ideologías, tendencias y teorías.

La reflexión abierta, la crítica, la argumentación no debe sorprender. Es propio del ser humano disentir. Es más, el contrapunto en muchos casos lleva a la evolución. En materia de normas fundamentales sin duda los modelos se van adecuando a la época y tendencias ideológicas que generan regímenes y éstos a su vez modelos, necesidades y tendencias mundiales. Deben ser expuestas en la formación del abogado y siempre puede ser objeto de crítica por posición política, por Interés o por convicción de eficacia para el desarrollo social e individual del ser humano. Los dedicados a la vida pública y que la enfrentan, siempre tendrán opinión, también los académicos, practicantes y todo aquel que le atañe. En nuestra óptica, para efectos de contar con criterio jurídico, los auténticos abogados de hoy para el mañana, lo que no podrían dejar de estudiar con énfasis real, desde el origen de su formación será la teoría del derecho; del derecho civil como el “derecho de las obligaciones”; los derechos fundamentales del ser humano y el derecho Internacional.

En el transcurso de su formación y madurez podrán y deberán especializarse en ramas o materias concretas pero las cuatro anteriores serán el “tronco sólido” que les permitirá jactarse de ser auténticos abogados. Abogados útiles a la sociedad.

POR ENRIQUE QUIROZ ACOSTA 
ABOGADO Y COLABORADOR

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