PASIÓN POR CORRER

Entre Valencia y una etiope

El medio maratón en esa ciudad trajo consigo un récord del mundo, conseguido por Letesenbet Gidey

OPINIÓN

·
Rossana Ayala / Pasión por correr / Opinión El Heraldo de México Créditos: Especial

Valencia de nuevo confirmó, el pasado fin de semana, que es “la ciudad del running”, y de vuelta a las carreras presenciales, el medio maratón valencianono sólo se realizó exitosamente y con protocolos sanitarios especiales, sino que fue el escenario de un nuevo récord histórico femenino en los 21 kilómetros: la etiope Letesenbet Gidey, debutante en la distancia, paró el cronómetro en 1:02:52, un minuto y diez segundos por debajo del récord del mundo, una marca que será difícil de romper y que podría permanecer por varios años.

Y no sólo eso, la etiope corrió todo el medio maratón con una estrategia impecable y le llevó una ventaja de un minuto al segundo lugar, y favorita, Yalemzerf Yehualaw que con 1:03:50 también corrió por debajo del récord del mundo de la keniata Ruth Chepngetich (1:04:02), logrado este año en Estambul. El tercer lugar  fue para Sheila Chepkirui, con 1:04:54.

El triunfo de Gidey —a quien la prensa europea ya bautizó como “la atleta de los récords”, porque ya posee cuatro—nos demuestra también que la fortaleza humana siempre sabrá sobreponerse a la adversidad. Un conflicto bélico en su país le impidió debutar en el medio maratón de Valencia del año pasado, en su edición elite, para la que se había preparado durante varios meses. “En mi región sigue habiendo guerra; ahora, después de mucho trabajo pude venir, pero siempre me sentí capaz de batir el récord, y ahora lo logré”, dijo la etiope en la conferencia de prensa.

Por eso, el domingo pasado, con los 12 grados del clima mediterráneo y un ambiente que devolvía al mundo las emotivas escenas de una carrera con público, ocurrieron dos hechos significativos para el mundo del running y los maratones: el primero, que la ciudad de Valencia, con sus calles perfectas, su altura a nivel del mar y sus inversiones millonarias, para volverse un lugar de referencia en el mundo deportivo, está cada vez más cerca de lograr su meta de obtener el reconocimiento de major para su maratón, que se corre este año el 5 de diciembre.

El segundo hecho extraordinario fue ver correr a Letesenbet Gidey, una atleta extraordinaria que, venciendo todos los obstáculos y con la confianza de una campeona, llegó a imponer un nuevo récord en los 21K que sorprendió al mundo, por bajar en un 1 minuto la marca mundial. Sin duda Guidey está llamada a ser la atleta de esta década en las carreras mundiales.

Pero además de esos dos hechos, lo que también valió la pena de ese domingo valenciano, es ver cómo, de a poco, pero con la intensidad que nos caracteriza como seres humanos, el mundo vuelve paulatinamente a la normalidad del pre-COVID-19.

Los gritos y las expresiones de aliento de miles de valencianos, que salieron a las calles para alentar a los corredores de todo el mundo que participaron en su medio maratón, dan cuenta de que el virus SARS COV-2 pudo habernos quitado muchas cosas; pudo incluso habernos arrebatado a los seres más queridos y dejar mermada nuestra salud, nuestra economía y habernos hecho vivir una de las épocas más duras, terribles e inciertas que hayamos conocido los humanos de esta época. Pero lo que nunca nos podrá quitar el COVID-19 es la alegría de estar vivos. Eso también es lo que nos define como seres humanos.

POR ROSSANA AYALA
AYALA.ROSS@GMAIL.COM
@AYALAROSS1

PAL