EL Presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados Rubén Moreira Valdez y una servidora, presentamos una iniciativa ante la soberanía legislativa para proponer la prohibición del tránsito de los tráileres de doble remolque por la alta incidencia de accidentes viales que provocan con la consecuente pérdida de vidas y el saldo de heridos.
Yo misma estoy marcada por una tragedia desencadenada por un chofer que conducía en completo estado de ebriedad. Hace 6 años mataron a Oscar Licona, el papá de mi pequeño hijo Santiago. Mi familia se quebró, y al adentrarme en el elevado nivel estadístico de accidentes de este tipo de autotransporte, me uní a la causa de prohibir a los doble remolque por tres razones: primero por el peligro que representan a los demás automovilistas y transeúntes, segundo por la manera en que son explotados los conductores por algunos empresarios que por pura avaricia no les respetan horarios de descanso ni les permiten acompañarse por otro operador que los pueda relevar en su ruta y tercero por el deterioro que provocan a caminos y carreteras por el tonelaje extraordinario de mercancías que trasladan por todo el país.
En el planteamiento que hicimos de esta iniciativa de reforma y adición a la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal, referimos que la Organización de las Naciones Unidas ha planteado que el 90% de las defunciones por accidentes vehiculares tienen lugar en los países de ingresos bajos y medianos, en donde se encuentra menos de la mitad de los autotransportes en todo el mundo. Además, que entre las tres causas principales de defunciones de personas de 5 a 44 años están las lesiones provocadas por accidentes vehiculares.
Es claro que las unidades de autotransporte de carga juegan un rol muy importante en el traslado de mercancías entre los diferentes centros de consumo, tan sólo en México, más del 80 por ciento de los productos se transportan por este medio. El problema es que el segundo remolque puede tardar hasta 7 segundos en comenzar con la activación del mecanismo de frenado, con una fuerza de fricción que obviamente contrarresta que se detenga el automotor y el primer contenedor articulado.
Ahora bien, en México la mayor parte de los accidentes ocasionados, se deben a aquellos vehículos de carga; ya sea de semirremolque, remolque y doble remolque. Estos últimos causan en el país más de mil 600 accidentes al año y aproximadamente más de mil decesos. México ocupa el séptimo lugar entre los países con mayor número de accidentes viales, de acuerdo con la ONU.
En 2019 la Guardia Nacional reportó 12,056 siniestros en carreteras federales. Ese mismo año INEGI registró 362 mil 596 accidentes automovilísticos en carreteras estatales y calles de municipios, en donde participaron 15 mil 65 vehículos de carga. En México hay camiones de doble remolque de hasta 31 metros de largo con cargas que llegan hasta las 75.5 toneladas de peso. En contraste, en Estados Unidos tienen un máximo de 24 metros de largo sin exceder las 40 toneladas de carga y en Canadá un límite máximo 50 toneladas de carga en un vehículo de 25 metros de longitud máxima.
Así como con Oscar Licona, me solidarizo con las familias de Héctor Gandini Zamudio, Patricio Floresmeyer y Minerva León que también fallecieron por un tráiler de doble remolque. Ellos, como todos los que han tenido un destino trágico, merecen ser honrados en su memoria. Los heridos como María Gandini también inspiran esta lucha. Ellos son parte de una estadística, ¿acaso se requieren más muertes o heridos para acabar con la corrupción y prohibir el doble remolque?
Consummatum: Mi gratitud a los diputados de todos los grupos parlamentarios representados en la soberanía legislativa, que respaldaron esta iniciativa. Hay coincidencias que nos unen, sin distinción de origen geográfico o partidista. Gracias a las adhesiones provenientes de los ciudadanos que están apoyando esta iniciativa.
POR LORENA PIÑÓN RIVERA
DIPUTADA FEDERAL Y SECRETARIA DE GESTIÓN SOCIAL DEL PRI
TW: @LORENAPIGNON_
MAAZ